En su altar mayor, la Virgen de Itatí bendijo la 33° Fiesta Nacional del Chamamé

Ante un imponente escenario, la máxima celebración correntina vivió la primera de las diez noches “Guazú”. Una emotiva ceremonia inaugural con la “patrona chamamecera”, y las presentaciones del “Bocha” Sheridan y Raúl Barboza, lo más sobresaliente.

Un estruendo retumbó en el aire y el anfiteatro Cocomarola vibró con el emotivo sapukái de una mujer. “Grito de Identidad”, como expresa el lema oficial de este año, ayer comenzó la esperada 33ª Fiesta Nacional del Chamamé, 19ª del MERCOSUR y 3ª Celebración Mundial. La sensibilidad en su manto cubrió la devoción de todo el pueblo chamamecero que bajo su bendición disfrutó de la tradicional procesión de la Virgen de Itatí hasta el escenario Sosa Cordero.

Tras un cálido, pero alegre atardecer, 30 minutos después de las 20 con el ingreso de los locutores Myriam Fleitas y Marcelo Iribarne, que tras la bienvenida dejaron al viento su encargo de anunciar al mundo con un potente sapukái de la misionera Adriana Díaz, empezó la Fiesta Guazú (grande, traducido del guaraní). Luego del tráiler de la edición, el público disfrutó de la primera intervención del ballet oficial de la fiesta que presentó un imponente cuadro coreográfico: “La bailanta de la geografía chamamecera”, una maravillosa descripción del concepto identidad.Previous

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POMBERITOS CANTORES RECIBEN A LA VIRGEN.
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LA IMAGEN QUE SUPO PEREGRINAR ACOMPAÑA LA FIESTA.
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GRITO CHAMAMECERO MUNDIAL. LA IDENTIDAD DE UN PUEBLO BENDECIDA POR LA VIRGEN DE ITATÍ.

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Coronada de identidad

La noche se regó de emociones, el escenario cubierto de parejas de distintos municipios le brindaron un marco sensible a la habitual procesión de la Virgen de Itatí que nuevamente no estuvo presidida por su iniciador Alfredo Ellero (que la aguardó en el escenario).

La Virgen Morena cabalgó desde el ingreso hasta el escenario en manos de Juan José Torres, (designado en la edición anterior por Ellero), custodiada por los Cazadores Correntinos, los Héroes de Malvinas, parejas de baile, todo rodeado de un puñado de fuellistas. La postal fue sencilla, pero maravillosa; el público visiblemente emocionado. Muchos capturando el momento con sus celulares, saludaron a su paso a la patrona correntina.

Las primeras voces de chamamé en esta edición se bañaron de amor y ternura a cargo del coro de niños integrantes de la orquesta Pomberitos, quienes recibieron a la imagen de Itatí con su canto, junto al promesero Alfredo Ellero en el escenario. Esta ceremonia permitió al promesero llevar hasta un pequeño altar a un lado de las pantallas, donde además se despliegan las banderas de los países que integran el MERCOSUR, junto a la actual pareja nacional del Chamamé, los misioneros Camila Acosta y Darío Mondo.

Pañuelos al viento en honor a la patrona, la fiesta comenzó a tener cada vez más brillo y todo se dispuso a que la propuesta inaugural sea impactante. “Sin Dios no hay chamamé”, expresó el padre Antonio Rossi, que junto al sacerdote Ariel Giménez presidió la liturgia inaugural antes de su presentación musical (realizan la bendición y además cada uno actúa con su grupo).

“Este es el marco de celebración que le imprime la gente a la fiesta, la expresión más genuina de identidad es cuando las emociones surgen del pueblo”, expresó a época el director de la Fiesta Nacional del Chamamé, Eduardo Sívori. Luego de la apertura, la noche se abrió paso a la primera oleada de destacados artistas que cumplieron con el primer sapukái festivalero

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