Es por el incumplimiento del arresto domiciliario.Ocurre 11 días después del suicidio de Anabelia Ayala.
Detuvieron este viernes a Junior Benítez (30), el exjugador de Boca acusado de violencia contra Anabelia Ayala (29) y su familia. Ocurrió después de que la Justicia revocara su arresto domiciliario y ordenara la captura, por el incumplimiento de la restricción perimetral para que no se acercara a su expareja, que se suicidó en Año Nuevo.
Tras la muerte de la joven, había circulado un video de la camioneta del futbolista frente a la casa de Ayala. Así lo denunció la familia de la joven, que impulsó la solicitud para su detención efectiva por “riesgo de fuga”. También hizo ese pedido la fiscal Marcela Dimundo, por el incumplimiento de la domiciliaria al menos los días 29 y 30 de diciembre.
El Juzgado Correccional 8 de Lomas de Zamora hizo lugar a la solicitud y ordenó que el exjugador de Boca y Lanús se presentara en la comisaría 2da. de Esteban Echeverría, en Luis Guillón. Sin embargo, la Policía lo fue a buscar a su domicilio y lo trasladó a la dependencia policial. “Pasará ahí el fin de semana”, le dijo a Clarín Rodrigo Tripolone, abogado de la familia Ayala.
La carátula de la causa es “coacción agravada por el empleo de arma en concurso real con daños, amenazas, desobediencia y tenencia de arma de guerra sin la debida autorización legal”, por agresiones a Anabelia y su familia.
Hasta el momento, no incluye violencia de género, ya que su expareja nunca lo denunció formalmente. Sí lo hicieron sus familiares, que incluso mostraron fotografías de las heridas que le dejaron a la joven los golpes que le habría propinado el futbolista. Además, Tripolone habló de una situación de control y “captación de la voluntad”, por la que esperan que la situación se eleve a “femicidio”.
Benítez, que este domingo cumple 31 años, ya fue apresado en dos ocasiones. La primera, en enero de 2022, fue por violencia de género contra Anabelia y por golpear al padre, Juan Carlos. En mayo de 2023, en tanto, lo detuvieron por tres hechos de violencia de género, que incluían amenazas y coacciones con armas de fuego, según la denuncia del padre y el hermano de la joven.