La Casa Rosada frenó las negociaciones con los gobernadores por la Ley Ómnibus y redobla la apuesta

El rechazo de Javier Milei a los reclamos que encabezan Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro vuelve a tensar la relación entre el Ejecutivo nacional y las provincias. La reacción de los mandatarios de Córdoba y Santa Fe.

Un duro mensaje de Javier Milei a los gobernadores vuelve a empantanar el tratamiento de la Ley Ómnibus en la previa de la reanudación del debate en Diputados por los artículos en particular. Tras días de negociaciones, el Presidente terminó rechazando el llamado al diálogo de los mandatarios provinciales, que esperaban un gesto de Nación y reclamaban coparticipar el Impuesto País.

Durante el fin de semana, los gobernadores de Córdoba –Martín Llaryora– y Santa Fe –Maximiliano Pullaro– idearon una propuesta que, de ser aceptada por el Gobierno, los inclinaría a pronunciarse a favor del proyecto. Con Milei de gira internacional, el lunes se especuló con una reunión de los mandatarios provinciales con el el ministro del Interior, Guillermo Francos, para zanjar las diferencias, pero finalmente la Casa Rosada bajó el pulgar.

“No estamos para ceder nada”, le habría dicho el Presidente a su círculo de confianza antes de partir a Israel y el Vaticano. Milei cree que los gobernadores “no tienen fuerza” para presionarlo: el propio Francos advirtió horas atrás que el Ejecutivo podría vetar una eventual coparticipación del Impuesto País y destacó que Milei “fue claro” en que no coparticiparía ese tributo, contra el reclamo de los jefes provinciales en compensación por la baja en el Impuesto a las Ganancias.

En la Rosada argumentan que Nación “está mejor” que las provincias en materia fiscal y que, si el conflicto se prolonga, “las consecuencias serán peores” para los gobiernos provinciales.

El ministro del Interior, Guillermo Francos, el nexo de la Rosada con los gobernadores. (Foto: NA).

La inflexibilidad del Gobierno, además de generar mucho malestar en Llaryora y Pullaro, parece volver a empantanar la aprobación de la Ley Ómnibus en el Congreso. Pese al apoyo del PRO, el oficialismo no parecer tener el respaldo suficiente de la oposición “dialoguista” para aprobar todos los artículos en particular.

Este martes al mediodía, luego de una semana que dejó 30 horas de debate, duros cruces en el recinto, enfrentamientos en las calles y un proyecto aprobada “en general”, comenzaba otra semana intensa en Diputados, con final todavía abierto, en la que se definirá el contenido de una ley que ya perdió doscientos artículos.

Aunque existían algunas dudas entre diputados de los distintos bloques, en la Presidencia de Diputados, a cargo de Martín Menem, aseguraba el lunes por la noche que, al estar en instancia de votación, es necesario que haya quórum de arranque, es decir, que 129 diputados estén sentados en sus bancas.

Se estimaba que el debate recomience con “cuestiones de privilegio” que, considerando las protestas y detenciones de manifestantes y los choques entre los diputados, se lleven algunas horas de debate.

El viernes pasado, con 144 votos a favor, Diputados aprobó el proyecto que había enviado el Ejecutivo al Congreso, menos el “capitulo fiscal” que incluía, entre otras cosas, una suba de retenciones y la eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria.

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