(Agencia NOVA) – La hipocresía y la mentira son dos características constitutivas del Gobierno de Javier Milei. El ajuste que iba a pagar la “casta” política terminó recayendo sobre las grandes mayorías argentinas; las derrotas legislativas pretenden ser presentadas como victorias; la empleomanía oficial incluye a la mayoría de sus funcionarios; y las estadísticas y datos que se presentan como pruebas sólo existen en la imaginación de quienes aluden a ellos.
Por no hablar de la estanflación y el riesgo de hiper que se adjudicaba al Gobierno anterior, pero que sólo se volvió una posibilidad concreta a partir de las medidas adoptadas por el actual, gracias sobre todo al Mega DNU.
Hoy pudo confirmarse un nuevo acto de hipocresía, esta vez atribuible al Diputado José Luis Espert, quien días atrás convocó a una rebelión fiscal en la Provincia de Buenos Aires, con el aval del presidente Milei.
Sin embargo, tras la espuma de sus declaraciones, Espert adoptó una conducta muy diferente, ya que pagó en tiempo y forma sus cargas inmobiliarias y del impuesto automotor. De este modo, el “rebelde” diputado está al día con la Agencia de Recaudación.
“No hay que pagar los impuestos que ahora quiere (Axel) Kicillof, porque no nos da nada. Yo no los voy a pagar. Ni el Inmobiliario Rural, porque también soy producto rural”, había afirmado el diputado, avalado por el presidente, con lo que generó un escándalo de proporciones.
“Contribuyente sin Deuda” es la leyenda que aparece en su cuenta. Llamativamente, en su declaración jurada no aparece el campo que aseguró tener, pero sí figuran una casa en San Isidro -que sirve como lugar de residencia-; otra en Pergamino que heredó y un BMW modelo 2020.
De este modo, Espert puso en riesgo patrimonial a los que le creyeron, pero él aseguró su propio peculio. No sorprende, el problema es que todavía le crean.