(Corresponsalía Buenos Aires) – El gobierno nacional abandonó a la población en medio del brote histórico de dengue, las autoridades sanitarias (si es que existen) siguen en silencio mientras la crisis se agrava por el desfinanciamiento de la salud y la falta de control hacia el monopolio que fabrica el repelente. A hoy, primer día del mes de abril, ya se contabilizan más de 180 mil casos en todo el país y la epidemia ya es más de seis veces mayor que la registrada en 2023.
El titular de la cartera sanitaria, Mario Russo, continúa manteniendo un perfil bajo mientras el Gobierno de Javier Milei no toma medidas para combatir la peor epidemia de dengue en la historia argentina. Mientras tanto, siguen también subiendo los casos fatales: se acerca a 130 el número de fallecidos y la situación se agrava aún más con la falta de acciones gubernamentales.
En medio de la crisis en los centros de salud y hospitales de todo el país, con una abrumadora cantidad de personas buscando atención y una escasez de repelentes, la pregunta persiste: ¿dónde está el ministerio de Salud?
Los datos sobre el progreso exponencial de la enfermedad fueron proporcionados por el infectólogo Julio Befani en un diálogo con LT8 de Rosario, provincia de Santa Fe, quien instó -en este escenario- a poner el foco en la prevención. “Lo más importante para la salud es la prevención. Ayer llovió, hoy es fundamental que retiremos el agua de los recipientes”
Pero son muchas las voces que se alzan tanto desde el sector académico como desde el privado -por ejemplo, los sistemas de salud que integran las prepagas- para advertir que se está ante un cuadro inédito con esta enfermedad y todo indica que la estadística de casos se empinará aún más. Mientras tanto, Manuel Adorni, vocero del Presidente Milei, intentó responder a esta pregunta durante una conferencia de prensa, defendiendo la falta de acción del ministro Russo, afirmando que “se ha expresado no solo en los medios sino a través de comunicados”. Sin embargo, la realidad es que el Gobierno sigue sin intervenir de manera efectiva.
La falta de respuesta oficial se refleja en la falta de campañas de prevención y en la negativa a incluir la vacuna contra el dengue en el calendario nacional de vacunación, a pesar de los cuestionamientos de la comunidad científica sobre su efectividad.
Mientras tanto, Russo continúa en silencio, sin ofrecer soluciones a la creciente crisis sanitaria. Además, la falta de entrega de medicamentos oncológicos agrava aún más la situación, dejando a los pacientes desamparados ante los altos costos.

El desfinanciamiento del Ministerio de Salud es evidente, con un presupuesto insuficiente y una ejecución del gasto que apenas alcanza el 22% del total. En medio de esta crisis, surge la figura de Mario Lugones, presidente de la Fundación Güemes, quien parece tener más influencia en la definición de la política sanitaria que el propio ministro.
Mientras tanto, el desabastecimiento del principal repelente contra los mosquitos agrava la situación, con precios exorbitantes que superan los 14.000 pesos en algunos casos. La falta de acción del gobierno deja a la población desprotegida ante el brote de dengue, mientras los mosquitos continúan propagándose sin control.