Mujer redujo con un chicote al delincuente que le robó una olla

El delito afectó a una vendedora ambulante. La víctima utiliza el objeto de hierro para cocinar tortas. Ella buscó al ladrón, lo retuvo y después dio aviso a la Policía.

Una mujer que se gana la vida como vendedora ambulante de tortas, en la zona sur de la capital provincial, sufrió el robo de una olla y desde ese momento comenzó la búsqueda del ladrón. Cuando dio con el presunto autor del ilícito, lo redujo con un chicote para después dar intervención a la Policía.

A pesar de localizar al supuesto malviviente el objeto de cocina no fue encontrado.

El miércoles, la mujer llamada Ana María descubrió la falta de una olla que sirve como herramienta para llevar adelante su emprendimiento.

El delito sucedió en avenida El Maestro casi Rafaela, donde la mujer suele montar un puesto de venta de tortas fritas y torta a la parrilla.

La olla estaba guardada en un recinto cercano. Fue en horario de la noche.

Poco a poco la mujer obtuvo datos para conocer la identidad del sospechoso: un joven que habita el asentamiento “La Chola” del barrio Juan XXIII.

El jueves, a las 22:15, un llamado al sistema integral de seguridad 911 alertó sobre un incidente en calle Cura Brochero del barrio Independencia, cerca de “La Chola”.

Una patrulla con efectivos del Destacamento San Marcos acudió en forma inmediata y encontraron a Ana María, junto a otras personas, reteniendo al acusado en el ilícito.

Juan Manuel C., de 28 años, fue reducido con un chicote. Pese a tratar de desligarse del robo de la olla, varios testimonios lo señalan como el responsable.

El joven que posee prontuario vinculado a robos y hurtos no dio precisiones sobre el destino que le habría dado a la olla de hierro.

La vendedora de tortas habló ayer a través de Radio Dos. “En el transcurso del 24 a la madrugada, me sustrajeron la olla del casillero de mi puesto de trabajo donde vendo torta parrilla”.

“Tras indagar en la zona me dijeron que una persona robó la olla, fui a hablar con él, pero me negó y fui a la comisaría a hacer la denuncia”.

“El jueves fui hasta la casa del tipo este, pero no estaba. Cuando volvía a mi casa lo vi y lo agarré, porque sabía que él me robó mi olla. Siento una impotencia porque esa olla era familiar, es algo que quiero mucho y me dolió decirle a mi mamá que me robaron la olla que ella me regaló”, dijo Ana María.

“Quiero que me devuelvan la olla por el valor sentimental que tiene; mi mamá no me dijo nada, solo se le caían las lágrimas. Cuando me la regaló dijo que era para que trabaje, y ahora ya no la tengo”, añadió.

En la causa intervino la Comisaría Seccional Séptima. Al cierre de esta edición continuaba la búsqueda de la olla de hierro.

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