(Fuente INFOCIELO) – La decisión de sacar a Estudiantes del tercer gobierno de Claudio Tapia fue un claro contraataque hacia Verón. Las consecuencias de esa situación
Hasta el domingo al mediodía, Estudiantes tenía asegurada su permanencia en el tercer gobierno de Claudio Tapia al frente de la AFA. De hecho, hasta ese momento, Pascual Caiella, vicepresidente del club, mantenía su cargo de vocal titular, el mismo del actual período. Lo sostenía a regañadientes, es cierto, porque la batalla ideológica entre el Pincha y la entidad madre del fútbol argentino ya era pública. Pero a modo de equilibrio, en Viamonte lo entendía como un buen mensaje.
En ese marco, Caiella siempre fue un hombre que supo caminar por la cornisa. El vice de Estudiantes tiene la confianza de Juan Sebastián Verón y también, en todos estos años, se ganó el respeto de Chiqui Tapia. Supo navegar en aguas turbias y con diferentes dirigentes con habilidad, incluso dejando sentada la posición del club.
Por eso, en AFA veían con buenos ojos su continuidad en el Comité Ejecutivo. Por ser un histórico que estuvo con todos y contra todos, y también por el contrapeso, el ser y parecer. Era políticamente correcto dejar a Estudiantes, aun como un club opositor.
Pero todo lo cambió el gol anulado a Luciano Lollo. ¿Una polémica de partido? Sí, por lo que detonó. La tremenda protesta pública de todo Estudiantes y, fundamentalmente, la historia del presidente Verón en su IG. “En vez de convocar Dt’s y capitanes.. mejor revisen cómo dirigen y usan la tecnología, porque resulta muy obvio ya…”, escribió la Bruja. Y en la AFA, cayó como una bomba.
Enseguida, Pablo Toviggino, la mano derecha de Tapia que está siempre atento a responder todos los reclamos y críticas en redes sociales, esta vez eligió no confrontar con Verón por esa vía, como pasó otras veces. Directamente, habló con el presidente de AFA y provocó la movida. “No podemos tener en el Comité un club que está tan en contra nuestro, esto sobrepasó el límite”, dicen que fue su sugerencia. El presidente la aceptó.
Toviggino lo sugirió y Tapia lo concretó
Por eso, fue Toviggino el autor intelectual de la salida de Estudiantes, el único club que tenía un cargo en el Comité y no lo tendrá en el próximo período, del 2024 al 2028. Porque Talleres, la otra institución enfrentada con la AFA a través de su presidente, Andrés Fassi, ya no tenía presencia.
Incluso, la decisión de poner justamente a Mariano Cowen, presidente de Gimnasia, como vocal titular, en el lugar que tenía Estudiantes, no fue casual. Fue parte de la movida. Es cierto que ese sube y baja también tuvo un marco político, un guiño gubernamental de Tapia. Pero en definitiva, el objetivo principal fue sacar al Pincha de escena, marcarle la cancha, responder a esa guerra declarada por Verón. Por eso, a todas luces, fue un contraataque. “Y un día los echamos”, se jactaron en Viamonte.
¿Qué le cambia a Estudiantes no tener presencia en AFA?
En principio, no hay un cambio radical. Estudiantes ya era mirado de reojo por la Asociación del Fútbol Argentino y eso no iba a cambiar, más en este escenario en el que a través de su presidente se mostró abierto al ingresos de inversiones privadas en el fútbol, algo que desde calle Viamonte cuestionaron y rechazaron a través de un comunicado que contó con el apoyo de FIFA y Conmebol.
En ese marco, lo que más afectará a Estudiantes es que no tendrá presencia física en las reuniones de Comité Ejecutivo. Es decir, no se tendrá de primera mano todo lo que se vaya a comunicar de manera oficial y tampoco tendrá la chance de expresarse en ese marco institucional.
De todos modos, en AFA aseguran que Caiella seguirá estando de alguna forma presente en Viamonte. “Va seguir flotando, como viene haciendo hasta ahora. Eso no va a cambiar”, le dijeron a Cielosports.com.
Después, habrá que ver si Estudiantes, a partir de su ausencia en el Comité Ejecutivo de la AFA, no logra un lugar en el Comité Ejecutivo de la Liga Profesional. Allí, se compensa a varios clubes que no tienen representación física en la sede de Viamonte. Por caso, el mismo Barracas, el club del presidente, y Riestra. Aunque ahí no hay mucho margen de acción y, en definitiva, quedará sujeto a cómo se reconfigure también esa nómina.