(Coco Ramón) – Otra derrota, esta vez con una actitud penosa ante un Lanús que no ganaba hacía tres meses. Gago prueba y no le sale. Y el equipo está peor que con Martínez.
Es increíble cómo, en vez de mejorar, la situación de Boca empeoró desde la salida de Martínez. A pesar del esperado cambio de aire con la llegada de Gago, el equipo no solo involucionó en el juego, sino también en actitud. En cuatro partidos, Boca no ha mostrado signos de motivación ni mejora, y su desempeño actual da vergüenza a los hinchas.
En un contexto en el que el club goza de buena situación financiera por recientes ventas, sorprende ver un equipo tan deslucido y que se tambalea ante la posibilidad de quedarse sin Copa Libertadores por segundo año consecutivo. Con resultados humillantes, incluyendo derrotas ante equipos de menor nivel, los hinchas se aferran a un milagro en la Copa Argentina, aunque la realidad muestra que con la apatía actual es difícil esperar algo positivo.
La falta de actitud, lo más imperdonable para un jugador en Boca, es evidente en varios miembros del plantel, donde incluso figuras como Cavani y Rojo parecen sombras de lo que fueron. La responsabilidad recae tanto en los jugadores como en Riquelme, quien armó un equipo que no representa la historia ni la garra que siempre caracterizó al club.