(Corresponsalía Buenos Aires) – Las políticas económicas impulsadas por Javier Milei, basadas en la liberalización total de los mercados y la eliminación de regulaciones, han resultado en un incremento exponencial en las fortunas de los principales empresarios del país. Según el último ranking de Forbes, las cinco fortunas más grandes de Argentina suman USD 28.200 millones, destacando el poder de sectores estratégicos como la tecnología, la energía, la industria farmacéutica y la alimentación.
¿Quiénes son y cómo se beneficiaron?
Encabezando la lista, Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, lidera con una fortuna de USD 8.500 millones. Las políticas de desregulación del comercio electrónico y la flexibilización fiscal para empresas tecnológicas han sido claves para consolidar su imperio, que opera en 18 países.
En segundo lugar se encuentra Hugo Sigman, con USD 6.300 millones, dueño de un conglomerado de laboratorios farmacéuticos que ha visto crecer su participación en mercados internacionales. Los incentivos para exportadores y la apertura del mercado sanitario jugaron a su favor.
Alejandro Bulgheroni, con USD 5.100 millones, ocupa el tercer puesto. Como líder del Pan American Energy Group, sus negocios energéticos prosperaron gracias a la eliminación de impuestos al sector y la expansión de exportaciones de hidrocarburos.
Le sigue Luis Pérez Companc, con USD 4.200 millones. Su diversificación en alimentos y energía encontró terreno fértil en un escenario económico que favorece grandes conglomerados por sobre las pymes.
Por último, Paolo Rocca, CEO de Techint, posee USD 4.100 millones. La empresa se benefició enormemente de los contratos de infraestructura estatal impulsados bajo el nuevo esquema de licitaciones simplificadas y en moneda extranjera.
Las consecuencias sociales
Mientras que el patrimonio conjunto de los 50 empresarios más ricos del país asciende a USD 78.000 millones, equivalente a dos veces y media las reservas brutas actuales de Argentina, el salario promedio de los trabajadores apenas ha mantenido su poder adquisitivo.
Estas cifras reflejan una economía profundamente desigual, donde el crecimiento de la riqueza de los sectores más poderosos contrasta con los desafíos que enfrentan la clase media y los sectores vulnerables, afectados por una inflación descontrolada y la falta de políticas redistributivas.
El debate público
La concentración de riqueza reavivó el debate sobre la viabilidad de las políticas de Milei. Mientras que los defensores argumentan que estas medidas generan confianza en el mercado y potencian inversiones, los críticos destacan que el modelo perpetúa una brecha insostenible entre ricos y pobres.
En un contexto donde el gobierno apuesta todo al libre mercado, la pregunta que se impone es: ¿a qué costo se está construyendo este crecimiento? Para muchos, la respuesta parece ser que las ganancias de unos pocos se hacen a expensas del sacrificio de la mayoría.