MILEI IGNORA LA MARCHA: “NO LE MUEVE EL AMPERÍMETRO”

(Corresponsalía Buenos Aires) – Mientras miles de manifestantes colmaban las inmediaciones del Congreso y la Plaza de Mayo en una multitudinaria movilización “antifascista” y “antirracista”, el gobierno de Javier Milei se encargó de minimizar el impacto y la trascendencia del reclamo. Desde la Casa Rosada repitieron una y otra vez que la marcha no altera su hoja de ruta y que responde a intereses políticos de la oposición.

La protesta, convocada por el colectivo LGBTIQ+ y respaldada por organizaciones sociales, gremiales, políticas y artísticas, tuvo réplicas en más de cien ciudades dentro y fuera del país. Sin embargo, en la cúpula libertaria eligieron mostrarse indiferentes. Milei siguió todo desde la Quinta de Olivos, mientras su hermana Karina encabezaba un acto de afiliación partidaria en Plaza Devoto, como si la movilización fuera un hecho menor.

El oficialismo ya había salido a aclarar en la semana que el Presidente “no odia a los gays”, tras sus declaraciones en Davos. Pero la postura fue clara: la manifestación no los afecta. Desde el entorno más cercano al mandatario, liderado por Santiago Caputo, se repitió hasta el cansancio el mantra “TMAP” –“Todo marcha acorde al plan”–, asegurando que el revuelo tras el discurso en Suiza era parte del cálculo.

Las redes sociales también jugaron su papel. Los operadores digitales del gobierno (Gordo Dan, Romo, Sotelo, entre otros) se dedicaron a remarcar la presencia de banderas palestinas, íconos de izquierda y hasta niños en la protesta. Desde la Casa Rosada, además, aprovecharon para apuntar contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien estuvo algunos minutos en la marcha, y lo acusaron de no hacerse cargo de los problemas de inseguridad en su provincia.

Mientras tanto, las calles hablaban por sí solas. Miles de manifestantes mostraron su rechazo al rumbo del gobierno, con carteles como “Al closet nunca más” y una fuerte presencia de dirigentes opositores como Máximo Kirchner, Wado de Pedro, Martín Lousteau y Leandro Santoro. También dijeron presente figuras de la cultura como Lali Espósito y María Becerra.

La seguridad del evento volvió a tensar la relación entre Nación y Ciudad. En el gobierno porteño no cayó bien la decisión de Patricia Bullrich de liberar las calles cercanas al Congreso y desligarse del operativo.

A lo largo de la jornada, Milei evitó hacer mención directa a la movilización, pero compartió en redes varios mensajes de Agustín Laje, su principal ideólogo en la batalla cultural. “Qué divertido será ver hoy al Partido del Estado disfrazado de banderitas multicolor”, decía uno de los posteos que el Presidente replicó.

Así, mientras miles salían a las calles en señal de protesta, el Gobierno insistía en que nada de esto altera sus planes. Desde Olivos, Milei reafirmó su convicción: la manifestación no le mueve el amperímetro.

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