(Por Pablo Roma – Desde el Congreso de la Nación para CDT) – Al filo de las 17:00 horas, en un recinto marcado por la tensión y el ruido, la sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados que debía tratar proyectos clave sobre el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica en el Hospital Garrahan terminó abruptamente con la caída del quórum.
La jornada comenzó con un inusual quórum de 136 diputados, producto de la unión de bloques opositores y la presencia sorpresiva de legisladores tradicionalmente cercanos al oficialismo. El objetivo era claro: presionar para que las comisiones de Presupuesto y Salud dictaminen antes del 8 de julio.

Sin embargo, el debate derivó en un clima irrespirable. Diputados del kirchnerismo cruzaron fuertes críticas con el titular de Presupuesto, José Luis Espert, tras declaraciones controvertidas sobre la detención de una concejal de Quilmes. Insultos y reproches mutuos, junto a acusaciones directas, derivaron en un enfrentamiento que rozó lo físico dentro del recinto.
Pese al caos, la oposición logró aprobar dos emplazamientos: uno para que Presupuesto y Educación dictaminen sobre el financiamiento universitario, y otro para que Salud, Familia y Presupuesto declaren la emergencia pediátrica en el Garrahan, ambos con plazo hasta el 8 de julio.
El desenlace fue un retiro masivo de diputados opositores que provocó la pérdida del quórum. El presidente de la Cámara, Martín Menem, constató la imposibilidad de continuar y levantó la sesión.
Fuentes cercanas al diálogo aseguran que esta crisis no fue casual, sino una estrategia coordinada para marcar agenda sin que nadie cargue con la responsabilidad de la suspensión.
Esta jornada política dejó claro que, más allá de los dictámenes, el verdadero desafío será transformar estas presiones en cambios concretos para universidades y el Garrahan, en un momento crítico para las finanzas públicas y la salud.