Ropa y calzado, entre los artículos con menor impacto inflacionario

Entre enero y fines de junio, las prendas de vestir, los zapatos y zapatillas acumularon subas que promediaron el 8,4%, casi un 5% por debajo de la inflación regional, que en el primer semestre fue del 13,2%. El mes pasado, el aumento en ese binomio fue de apenas el 0,9%.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Nordeste (Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa), difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), expuso que en junio las “Prendas de vestir y el calzado” registraron un encarecimiento de sólo el 0,9%, siendo este uno de los binomios (entre los 12 rubros medidos por el organismo estatal) que marcó el menor nivel de remarca, solo superado por “Alimentos y bebidas sin alcohol” con el 0% y “Transporte” con el 0,6%.

Si se los subdivide, el IPC refleja que las prendas de vestir sufrieron una inflación del 0,5% y el calzado del 2%.

No obstante, desde enero y hasta fines de junio, en Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa, la ropa ya registró una remarca del 7,8% y el calzado 9,9% (8,4% en conjunto).

Por último, en la tercera unidad de medición semblanteada por el INDEC, el comparativo interanual postuló que en los últimos 12 meses, la indumentaria sufrió una inflación del 34,2% y el calzado 30,4% (33% promedio conjunto).

Aunque el ritmo inflacionario mensual se desaceleró, los aumentos acumulados continúan reflejando un fuerte impacto sobre los consumidores del NEA. En resumen, aunque los datos mensuales permiten cierto alivio, el acumulado anual e interanual sigue evidenciando el peso de la inflación en el rubro textil y de calzado, especialmente en una región como el NEA, donde los ingresos son más bajos que el promedio nacional.

A nivel nacional, el comportamiento del rubro “Prendas de vestir y calzado” sigue la misma tendencia de desaceleración observada en el Nordeste. En junio, la suba fue apenas del 0,5%, ubicándose entre las más bajas del mes. Sin embargo, el incremento acumulado en lo que va del año alcanzó el 9,9%, y la inflación interanual se ubicó en 30,6%.

Estos datos reflejan que, si bien la presión inflacionaria sobre la indumentaria se moderó considerablemente en los últimos meses, el impacto de los aumentos aún persiste en los bolsillos, sobre todo si se consideran los valores del último año.

La caída del consumo, la competencia de la ropa importada —especialmente vía courier— y la estabilización cambiaria explican, en parte, esta contención de precios. Sin embargo, el panorama sigue siendo complejo para la industria local, que enfrenta una demanda debilitada y márgenes más estrechos (ver página 7).

Para contextualizar, es de destacar que en junio el NEA registró una inflación promedio del 1,1%. Este indicador consolida la tendencia a la baja en la dinámica de precios que se observa desde comienzos de 2025.

En el acumulado del primer semestre, el encarecimiento del costo de vida en la región alcanzó el 13,2%, mientras que la variación interanual —de junio 2024 a junio 2025— trepó al 37,1%.

Si bien los indicadores reflejan una desaceleración significativa respecto a los picos inflacionarios del año pasado, el impacto aún se siente en el poder adquisitivo.

En ese escenario, la indumentaria y el calzado, aunque con aumentos moderados en junio, siguen arrastrando incrementos más fuertes en el acumulado anual e interanual. En este contexto, la estabilidad de precios aún no se traduce plenamente en una recuperación del consumo.

LAS ZAPATILLAS PRESENTAN MÚLTIPLES OFERTAS Y FLEXIBLES PLANES DE PAGO.

Al abrigo de las ofertas

Esta semana, época dio cuenta que el sector indumentaria de la peatonal Junín comenzó a liquidar las prendas de otoño-invierno con interesantes descuentos. A su vez destacaron un incremento de la demanda para la temporada que poco a poco entra en su etapa final.

Los negocios de este rubro, emplazados en la principal artería comercial, ofrecen descuentos del 20% y 50% en ropas, o promociones al estilo dos por uno.

La comercialización de indumentaria de estación no arrancó de la mejor manera, pero al parecer con los intensos días de frío de la segunda quincena de junio y los primeros días de julio redondearon un movimiento aceptable.

Las tiendas de calzados también tratan de redinamizar su curva de ventas, apelando a ofertas en efectivo, o por la compra de dos pares, o bien planes de pagos accesibles para que todos puedan adquirir zapatos o zapatillas.

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