El presidente de la máxima instancia judicial del Reino Unido afirmó que el Parlamento autónomo escocés no tiene competencias constitucionales para convocar a una nueva consulta.
Escocia no podrá celebrar un segundo referéndum de independencia del Reino Unido sin obtener primero la aprobación del Gobierno británico, según un fallo unánime anunciado por la Corte Suprema británica.
La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, dijo que respetaba la decisión pero que seguirá luchando por la independencia, por considerar que estaba en juego “el derecho democrático de elegir nuestro propio futuro” como escoceses.
Escocia celebró un referéndum de independencia en 2014 y poco más del 55% votó para seguir formando parte del Reino Unido, pero el Gobierno nacionalista escocés dice que la salida del país de la Unión Europea (UE) en 2020 hizo necesaria una segunda consulta.
Un panel de cinco jueces emitió la decisión el miércoles por la mañana después de que la Corte Suprema escuchara el caso durante una sesión de dos días el mes pasado.
El presidente de la máxima instancia judicial del Reino Unido, Robert Reed, dijo en el fallo que el Parlamento autónomo de Escocia no tiene competencias constitucionales para aprobar un marco legal bajo el que convocar un nuevo referendo.
“La Ley de Escocia otorga poderes limitados al Parlamento escocés”, y la potestad de convocar un referendo está “reservada” al Parlamento del Reino Unido, ubicado en Londres, explicó el presidente de la Corte Suprema.