El subsecretario de Transporte, Lisandro Rueda, señaló que la prórroga de la concesión durante la gestión anterior impidió modernizar el servicio y hoy agrava la crisis tras el recorte de horarios aplicado por dos empresas.
El transporte urbano de Corrientes atraviesa una nueva crisis marcada no solo por la reducción de horarios de dos empresas concesionarias, sino también por lo que desde el Municipio consideran un problema de origen: la prórroga errónea de la concesión que dejó atado al sistema actual. El subsecretario de Transporte, Lisandro Rueda, señaló a Punto de Referencia que el esquema vigente es “vetusto” y que la extensión decidida en gestiones anteriores impidió avanzar con una planificación acorde al crecimiento de la ciudad.
El funcionario explicó que, en este marco, las empresas Ersa y San Lorenzo redujeron por decisión unilateral el horario de servicio de 6 a 23 horas, lo que afectó a miles de usuarios que dependen del colectivo en la franja nocturna. Según relató, se enteró de la medida por los medios de comunicación y, tras constatar el incumplimiento, se activó el procedimiento de sanción económica. Rueda sostuvo que se trató de una medida intempestiva, sin consulta ni autorización, y que están a la espera de explicaciones formales de las compañías.
Consultado sobre un eventual pedido de aumento del boleto como trasfondo, aclaró que cualquier discusión tarifaria debe darse en el ámbito del Sistema Integrado de Movilidad Urbana (SIMU). Rechazó la posibilidad de incrementos inmediatos al considerar que “no es conveniente en este momento económico del país”, y apuntó a la necesidad de un rediseño integral del servicio.