Un grupo de estudiantes de último año de la carrera de Arquitectura de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) —Florencia Stegelmann, Emilia Harfuch, Ana Paula Ortellado, Nahir Aranda Morand, Tiziana Bennato Chiapello, Belén Encinas, Melisa Cervero, Juan Manuel Espínola, David Alejandro González y Pablo Sosa Echeverría— realizaron una entrevista a la arquitecta Alejandra Martinelli, especialista en Evaluación Ambiental, tutora y jefa de trabajos prácticos de la cátedra Organización, Legislación y Gestión Profesional.

La entrevista se llevó a cabo el sábado 13 de septiembre y permitió reflexionar sobre la formación profesional, la importancia de las normativas y los desafíos ambientales que enfrentan hoy las ciudades y, en especial, la región del nordeste argentino.
“El arquitecto debe asumir su rol con ética profesional, pensando siempre en el ambiente y en la felicidad de las personas”
La arquitecta Alejandra Martinelli, especialista en Evaluación Ambiental y jefa de trabajos prácticos de la cátedra Organización, Legislación y Gestión Profesional de la Facultad de Arquitectura de la UNNE, compartió con los estudiantes de sexto año su visión sobre el ejercicio profesional y los desafíos que enfrenta la disciplina en el contexto actual.
Martinelli, que integra la cátedra desde hace 17 años, explicó que la materia busca preparar a los futuros egresados para el primer día de ejercicio profesional, acercándolos a la realidad de los entes públicos, el Colegio de Arquitectos y las normativas que rigen la actividad. “Es importante que todo lo que el arquitecto hace esté apoyado en las normativas permanentemente, porque son dinámicas y cambian con el tiempo”, remarcó.
En este sentido, destacó la relevancia del Reglamento General de Construcciones y del Código de Planeamiento Urbano Metropolitano, vigente desde la década del 70 y que ha sufrido modificaciones ligadas a intereses inmobiliarios. “Muchas veces los arquitectos quedamos relegados en esos procesos, y esa es una de mis principales preocupaciones”, afirmó.
La dimensión ambiental, un eje central
Martinelli recordó que en 2017 impulsó la incorporación de contenidos ambientales en la cátedra, en paralelo a la elaboración del Código Ambiental de la Ciudad de Resistencia, del cual fue coautora. “Desde el inicio de una obra, todo arquitecto debe contemplar el impacto ambiental y diseñar planes de manejo que tengan en cuenta el agua, la energía y los alimentos”, sostuvo.
Estos tres recursos, subrayó, serán críticos hacia 2050, cuando más del 50 % de la población viva en ciudades. “Ya vemos crisis de energía con bajones de tensión, edificios que necesitan camiones cisterna de agua y barrios sin infraestructura básica. Estos problemas muestran que la planificación no acompañó el crecimiento urbano”, advirtió.
También hizo hincapié en las islas de calor urbanas y promovió soluciones como techos y muros verdes. “En diciembre tenemos temperaturas extremas que superan los 50° de sensación térmica, lo que afecta la calidad de vida y hasta genera accidentes. El asfalto puede alcanzar los 140°, algo que impacta incluso en los animales de tiro”, ejemplificó.
Ética, ambiente y futuro profesional
Además de su labor académica, Martinelli cursa la carrera de Abogacía, lo que le permite profundizar en la relación entre arquitectura, derecho y ambiente. Citó el artículo 41 de la Constitución Nacional, que consagra el derecho a un ambiente sano y saludable: “Debe ser la regla de oro para los futuros arquitectos. No respetar la normativa ambiental puede derivar en sanciones y juicios”.
De cara al futuro, valoró el rol social de los estudiantes: “Los arquitectos de hoy serán los concejales, intendentes y legisladores del mañana. Por eso deben llevar adelante políticas públicas con ética profesional, poniendo en el centro al hombre, al ambiente y a la felicidad de las personas”.
Una propuesta que trasciende el aula
Finalmente, anunció que este año se realizará una exposición pública de trabajos de portfolio de los alumnos de la cátedra, los días 24 y 25 de octubre, en la Facultad de Derecho y en la Facultad de Arquitectura de la UNNE. Allí se mostrarán proyectos con fuerte impronta social y ambiental, que incluyen propuestas de reciclaje, manuales de mantenimiento y buenas prácticas ambientales. “Lo que buscamos es que los estudiantes comprendan que la arquitectura no se limita al diseño de edificios, sino que tiene un profundo impacto en la vida de las personas y en la ciudad que habitamos”, concluyó.

