En un recinto colmado de alumnos, docentes y familias, el Rotary Club Corrientes realizó una vez más la tradicional entrega de medallas a los Mejores Compañeros, una distinción que la institución otorga desde 1977 y que se ha convertido en un símbolo de valores, convivencia y construcción comunitaria dentro de las escuelas.
El acto, cargado de emoción y orgullo, se llevó a cabo en el Palacio Legislativo, y estuvo encabezado por el vicegobernador de la provincia, Pedro Braillard Poccard, y la presidenta del Rotary Club Corrientes, Melisa Mecca, junto a autoridades rotarias, legislativas, municipales y educativas.

La ceremonia recordó también la misión centenaria de Rotary, una organización con 120 años de trayectoria que trabaja en más de 200 países, con más de 1.400.000 socios dedicados al servicio y a la promoción de valores universales como la solidaridad, la ética y la amistad.
Melisa Mecca: “Ser buen compañero es dejar huella”
En su mensaje, la presidenta del Rotary Club, Melisa Mecca, puso en primer plano el valor humano detrás del reconocimiento: “Ser elegido mejor compañero no significa solo sacar buenas notas, sino ser alguien que suma, que ayuda, que escucha, que está cuando el otro lo necesita. Significa mirar al costado y tender una mano, saber que en la escuela caminamos juntos”.
Mecca destacó que estos gestos cotidianos, a veces simples pero enormes, construyen un ambiente escolar más humano: “La empatía y el respeto cambian vidas. Cada sonrisa, cada gesto, cada palabra amable puede marcar la diferencia”. Antes de cerrar, dejó un mensaje que conmovió al auditorio: “Ojalá sigan llevando este espíritu a cada lugar que les toque transitar. El mundo necesita más personas que construyan puentes y cuiden del otro. La huella que dejan hoy es invaluable”.
Braillard Poccard: “Este reconocimiento habla del afecto y de la responsabilidad”
El vicegobernador Pedro Braillard Poccard felicitó a los estudiantes distinguidos y subrayó el valor de la institución que impulsa el premio. Recordó el rol fundamental que jugó Rotary Internacional en la erradicación de la poliomielitis, ejemplo emblemático de servicio global: “Los avances científicos son vitales, pero luego viene el desafío mayor: que esos avances lleguen a la gente. Rotary colaboró para que la vacuna antipolio llegara a millones de niños en todo el mundo”.
Luego, reconoció la dimensión afectiva del premio: “Ser buen compañero significa que ustedes gozan del cariño de sus pares, pero también asumen una responsabilidad. En tiempos en los que vemos situaciones de bullying y dificultades en la convivencia, ustedes son quienes pueden tender la mano y acompañar a quien está pasando un mal momento”.
Braillard Poccard valoró especialmente que el premio surja del propio grupo de estudiantes: “Es un honor para el Poder Legislativo abrir este recinto para destacar algo tan importante. Serán recordados por siempre por sus compañeros, y eso los acompañará toda la vida”.
La estudiante del Colegio San José, Ángela Quintana, tomó la palabra en representación de los alumnos distinguidos. Con notable emoción y gratitud, expresó: “Somos compañeros, quizás algunos sin conocernos personalmente, pero todos con el mérito suficiente para recibir un reconocimiento que marcará nuestras vidas y las de nuestras familias”.
Rescató los valores que el colegio les inculca diariamente: responsabilidad, libertad, justicia, solidaridad, honestidad y gratitud. Y se detuvo especialmente en dos pilares: “El respeto y la honestidad son esenciales para formar niños de bien. La solidaridad también marca nuestras vidas, ayudándonos a distinguir lo correcto de lo incorrecto”.
Ángela cerró con una frase que resonó fuerte en el recinto: “En nuestro colegio repetimos: yo te cuido, yo me cuido. Porque no solo importa el mérito académico: sobre todo, importa ser buenas personas y buenos compañeros”.
Entre aplausos y miradas emocionadas, las medallas fueron entregadas una a una. Para muchos de los presentes, no solo se trató de un premio, sino de un mensaje que trasciende el aula: la importancia de construir comunidad y de acompañarse.
Así, el Rotary Club Corrientes renovó una tradición que, desde hace casi medio siglo, deja una huella imborrable en generaciones de estudiantes: el valor de ser, ante todo, buenas personas.


