Gustavo Perednik es filósofo, escritor y amigo del fallecido fiscal Alberto Nisman, hallado muerto en su departamento hace ocho años, horas antes de presentarse en el Congreso nacional a dar un informe sobre la Causa Amia. El autor del libro “Morir por la Argentina” (Neiman Ediciones), contó desde Israel a Radio Sudamericana que espera que la justicia determine quién o quiénes son los responsables del deceso del fiscal.
Perednik mantuvo una amistad con Alberto Nisman cuando escribió el libro “Matar sin que se note”, que habla sobre el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina, sucedido en 1994. Recordó en Radio Sudamericana el intercambio de datos con el funcionario judicial “dentro de lo que podía aportar” para la redacción.
Más tarde, cuando el fiscal fue encontrado sin vida, Perednik contó que “sentí la obligación de escribir sobre su muerte”, ocurrida en el departamento de las Torres Le Park el 18 de enero de 2015. En “Morir por la Argentina”, el filósofo habló de “quién era, cómo se jugó por lo que creía y de cómo hasta sus peores enemigos admiten que era idealista, la peleó hasta el final y no estaba dispuesto a ceder porque era una especie de adalid en la lucha contra el terrorismo a nivel mundial”.

Sobre la causa que investiga la muerte de Nisman, comentó que “se avanza con pasos de tortuga”, aunque deslizó que “no me quita el optimismo de saber cómo lo mataron y quien lo mató”. Afirmó, en este sentido, que “de eso no hay dudas porque todo el mundo tiene acceso a las pruebas y es bastante lo que se sabe, lo que no se hizo es deslindar responsabilidades”.
Asimismo, recordó las dificultades que tuvo para publicar su libro, dado que “ninguna editorial quería hacerlo”. “No querían publicar nada de Nisman, ni siquiera lo leían”, rememoró, hablando de lo que considera “una especie de miedo de enfrentar al poder, que requiere una valentía nismaniana y eso puede ser irresponsable”.
Perednik señaló que “a pesar del clima que querían crear sus detractores”, cuando se publicaban fotos y textos criticando al fiscal, “salieron cientos de miles de personas, en la lluvia a decir Todos Somos Nisman”. Celebró que “hay fuerzas vivas que deben enorgullecernos y que se juegan en casos tremendos de exigencia de justicia” y se lamentó porque “los integrantes del poder judicial no le hicieron honor”.
“Esperemos que en coyunturas políticas que lo permitan, lo puedan honrar”, auguró desde Israel el filósofo.