Tras los sismos, los canes entrenados fueron enviados para ayudar a encontrar posibles sobrevivientes de los escombros.
Desde México enviaron ayuda por los sismos que azotaron a Turquía y Siria, se trata de perritos rescatistas, que viajaron junto a sus entrenadores y especialistas en emergencias, para ayudar en las labores de salvación de víctimas atrapadas entre los escombros.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, informó desde su cuenta de Twitter: “Despegue del avión de la Fuerza Aérea Mexicana con rumbo a Turquía, a bordo los equipos mexicanos de rescate y 16 caninos , su misión : salvar vidas”.
Los perros salvan a las personas día a día de mil maneras, un ejemplo de servicio y amor fue Frida, a quien debe su nombre el Equipo de Rescate Frida, el cual forma parte del personal de apoyo que viaja al sur de Turquía, como muestra de la solidaridad mexicana.
Frida, era una perrita raza labrador de color miel, que nació el 12 de abril de 2009. Desde sus primeros días de nacida, la cachorrita comenzó su entrenamiento.
A lo largo de su trayectoria en el Subgrupo de Control Canino del Estado Mayor General de la SEMAR, Frida ayudó en 55 rescates de personas, 12 personas vivas y 43 sin vida.
¿Cómo entrenan a los perros rescatistas?
Desde 1983, la extinta Policía Federal, reclutaba perros rescatistas cuando cumplían entre 18 meses y tres años de edad.
Aunque algunos ya tienen cierto entrenamiento olfativo, este sentido no es lo único que trabajan, pues se buscan cualidades físicas, por ejemplo que no haya antecedentes de displasia de cadera, y características de personalidad específicas.
Si su propósito es buscar explosivos, deben ser más cautelosos; los de narcóticos a veces son más letárgicos y tranquilos; en el caso de búsqueda y rescate de personas, deben ser más sociables y, a la vez, independientes, para poder alejarse cuando realizan sus labores.
Además, poseen un sexto sentido de siempre querer buscar, como una capacidad de investigación. Los perros reciben entre diez o 12 meses de entrenamiento inicial.
El entrenamiento para que sepan detectar olores se hace a través de un juego: el tipo de juguete al que más se apeguen los canes se vuelve su “atractor”, lo que siempre tienen que buscar.
A este le ponen pseudoaromas, símiles químicos de adrenalina o de algún explosivo o droga y lo esconden en diversos lugares. Cuando lo hallan, reciben cariños y refuerzos positivos, además de recuperar su juguete.
Cuando llega la jubilación perruna, los canes pueden ser adoptados por cualquier mexicano interesado por medio de la Federación Canófila Mexicana, que se asegura de que el can vaya a vivir en buenas condiciones.