Tras la intervención del PRO en Mendoza, el jefe de Gobierno porteño respaldó al senador Cornejo, uno de los dirigentes radicales cercanos a Patricia Bullrich, y le soltó la mano a De Marchi. Movimientos de cara a las PASO.
El clima político en la Argentina se calienta cada vez más, a medida que se acerca la fecha de las elecciones presidenciales de este año. Tanto oficialismo como oposición están inmersos en profundas internas que están lejos de resolverse. En Juntos por el Cambio, las principales diferencias parecen estar hoy puertas adentro del PRO, donde hay una disputa a cielo abierto entre Horacio Rodriguez Larreta y Patricia Bullrich por la candidatura al sillón de Rivadavia.
Y esas diferencias nacionales comienzan a hacer mella en el resto del país. Semanas atrás implosionó JxC en Mendoza, tras la decisión del titular del PRO a nivel local, Omar Demarchi de competir por la gobernación, por fuera de la coalición opositora. Entonces, la conducción nacional, tras un acuerdo entre Bullrich y Rodríguez Larreta, oficializó la intervención del partido en la provincia, donde gobierna la UCR y existen las PASO. Pero la conducción local ya advirtió que irá a la Justicia.
En este contexto, el jefe de Gobierno porteño arribó a Mendoza este viernes para ser parte del lanzamiento del frente electoral “Cambia Mendoza”. El evento fue en el departamento mendocino de Godoy Cruz, y brindó una conferencia de prensa con el gobernador radical Rodolfo Suárez, y el precandidato a sucederlo, Alfredo Cornejo. “Vengo a ratificar mi compromiso con la unidad de Cambia Mendoza y de Juntos por el Cambio a nivel nacional”, aseguró Rodríguez Larreta. Y subrayó que “para ganarle al kirchnerismo tenemos la responsabilidad histórica de sostener la unidad en todo el país”.
Larreta llegó a Mendoza para cimentar su candidatura presidencial. “Vamos a sacar la Argentina adelante. Vamos a estabilizar ese país y esa va a ser la base de un desarrollo duradero”, expresó, al tiempo que remarcó su compromiso de liderar la conducción nacional “en el marco de un gobierno de coalición”. Respecto de las diferencias internas y los cruces con el Frente de Todos, aclaró: “La Argentina necesita paz, bajar los decibeles, diálogo y acuerdos”.
Por su parte, Cornejo afirmó que “hay que cambiar la Argentina y dar vuelta la página del kirchnerismo. Terminar con esa cultura que es anti trabajo, anti esfuerzo, anti mérito y anti Mendoza, porque la cultura del trabajo y del esfuerzo es la cultura de Mendoza”. El precandidato a la gobernación de esa provincia declaró en relación al kirchnerismo, que “hace 20 años que gobiernan la Argentina y quieren explicar el fracaso del país por los cuatro años que no gobernaron”.
La elección de Mendoza y de respaldar al senador radical, no es azarosa de parte de Larreta. Cornejo es el dirigente de la UCR con mejor relación con Bullrich, incluso se mencionaba que podía ser un eventual compañero de fórmula de la exministra de Seguridad de la Nación. Pero además, es la confirmación de la rompimiento definitivo del vínculo con de Marchi, marginado de la conducción del PRO. En una misma jugada, el jefe de Gobierno porteño manda dos mensajes al corazón de Juntos por el cambio.
Como informo , el interventor será Humberto Schiavoni, jefe del bloque amarillo en el Senado y uno de los dirigentes cercanos al expresidente Mauricio Macri. La intervención fue dispuesta por 30 días y la resolución lleva la firma de Patricia Bullrich, como presidenta del PRO nacional, y Eduardo Macchiavelli, Secretario General del partido y uno de los armadores políticos de Rodríguez Larreta en el interior. El objetivo: inscribir al PRO dentro de Cambia Mendoza.
La decisión de intervenir fue votada por el Consejo Nacional del partido y resuelta por 31 votos a favor y 3 en contra. Votaron en contra el propio Omar de Marchi -que formó parte hasta hace poco del armado federal larretista-, el presidente del PRO mendocino Álvaro Martínez, y el riojano Julio Sahad, cercano a los dirigentes de Mendoza.