La dirigente dialogó con el programa Hoja de ruta y dio un pantallazo sobre la jornada electoral en el país europeo.
Mónica Silvana González nació en Buenos Aires, pero se considera correntina porque su familia desde muy pequeña la trajo a Esquina.
-Hace mucho que vivís en España, desarrollaste una tarea política allí. ¿cómo estás viendo esto que sucedió en España con los comicios?
-Soy militante del PSOE, el partido que gobernó España durante muchos años y que logró su transformación. Por lo tanto, lo veo con alegría porque no nos esperábamos los resultados que se obtuvieron, porque están por encima de lo que se esperaba, dado el avance de la ultraderecha a base de mentiras, a base de desmantelar todo lo que se costó tanto conseguir durante muchos años, pero obviamente cautelosa porque hay una situación muy complicada para poder formar gobierno. Recordemos que España es un régimen de monarquía parlamentaria, por lo tanto, es muy diferente al sistema presidencialista que tenemos en Argentina o en el resto de países latinoamericanos. Hay que reunir 176 diputados que puedan elegir al presidente, por lo tanto se complica un poco la gobernabilidad, pero creo que el presidente Sánchez y el partido socialista es el único ahora con posibilidades reales de constituir gobierno.
Por lo tanto, lo que interesa es lograr acuerdos para conseguir estos 176 legisladores.
Efectivamente, ahora estamos en una situación donde el Partido Popular fue el más votado, pero está solo, porque con el único que podría llegar a alianzas y lograr sumar los 176, es con Vox, que es la ultraderecha. Ideológicamente es lo más parecido a Salvini, a Le Pen en Francia, a Orbán en Hungría. Pero confío que con la destreza de Pedro Sánchez va a lograr constituir gobierno antes de los tres meses, que es lo que fija la constitución, si esto no fuera posible habría que convocar nuevas elecciones, pero confío en que eso no va a ocurrir.
-¿Qué es y cómo funciona la sesión de investidura?
-Bueno, creo que nadie va a convocar una sesión de investidura, que es el acto cuando se elige realmente el presidente si no dan los números. Por lo tanto, la fecha de constitución del Congreso es una, pero no significa que sea la fecha en que hay que convocar la investidura. La investidura se convoca cuando están los números acordados, o al menos previsiblemente acordados. Creo que acá lo destacado es el que hemos podido, desde el progresismo y las fuerzas políticas que se han movilizado de forma silenciosa, es frenar el avance de la ultraderecha y este avance de partidos que nada tienen que ver con los valores europeos, de democracia, respeto a las instituciones, los derechos humanos, de compromisos con una Europa social que avanza, pero sin dejar a nadie atrás.
Acá hay un dato fundamental y es allí los diputados tienen una disciplina partidaria, a diferencia de nosotros.
Esto es muy importante en ese momento, por eso hay que ser cuidadosos. El régimen de aquí es muy diferente al que tenemos en Argentina porque las bancadas o los grupos se manejan con una cierta disciplina parlamentaria que nadie vulnera o el que vulnera es fuertemente castigado. Por lo tanto, se vota en bloque y es muy diferente al parlamentarismo americano, que cada diputado o diputada es un poco autónomo en su forma de votar.
Aquí no, y me parece mucho mejor este sistema, porque en definitiva se vota, se mantiene la decisión del electorado que ha ido y ha depositado el voto en las urnas confiando en lo que prometía esa fuerza política.
-¿Hace cuánto tiempo estás en España?
-Hace 24 años que estoy por aquí y he tenido varias responsabilidades, a nivel local, fui concejal a dos veces en el ayuntamiento de Alcalá de Henares, donde me encuentro ahora y resido, donde vivo con mi familia, mi lugar en el mundo. Luego fui diputada en la Asamblea de Madrid, que es la legislatura de la provincia de Madrid. Somos una comunidad autónoma, la comunidad autónoma capital de España, y tuve la oportunidad de ser diputada durante cuatro años. Ahora soy eurodiputada por España, y soy la primera mujer latinoamericana en el Parlamento Europeo, por lo tanto mi trayectoria política es larga y siempre vinculada a los movimientos sociales.
Por eso tengo la percepción de lo que pasa en la calle constantemente, porque me relaciono directamente con el tejido asociativo, fundamentalmente inmigrante de las diásporas, que llevamos muchos años en España y que queremos ser europeos, y construir una ciudadanía. Con iguales derechos e iguales obligaciones.
-¿Qué crees que pasó en España para que estas derechas hayan avanzado?
-El avance de la ultraderecha no es un fenómeno solo en España, al contrario. España es la que está todavía frenando el tema, es mucho más agudizado en la Europa del Este donde ya están gobernando o en Francia.
Recordemos que hubo una Segunda Guerra Mundial donde el nazismo eliminó a más de seis millones de personas. Estas fuerzas políticas que hacen de la apología del odio su principal campaña tienen chivos expiatorios y uno de esos chivos expiatorios somos fundamentalmente los inmigrantes. Nos ven en su ideario político, como los culpables de ciertos problemas que son difíciles en cualquier democracia, como el desempleo, la inflación.
También, por supuesto, todo el avance de ampliación de derechos, como son las políticas LGTBI, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, etcétera, crean un rechazo en estas formaciones políticas que lo que intentan es restringir derechos, obviamente y volver a una España en blanco y negro como era en la época de Franco. Muchos de esos vestigios todavía están y muchas de esas de esas personas que en su momento formaban parte de la dictadura, hoy forman parte del Partido Popular o de Vox.
-¿Y la gente entonces reaccionó a tiempo, crees?
-Sí, creo que hubo fue un ejercicio de movilización de los sectores progresistas, no digo solamente la izquierda, también de la cultura, o el voto femenino que fue muy importante. Estuve en el colegio electoral hasta casi las dos de la madrugada contando los votos del senado que es muy tedioso y lo que pude ver en el colegio electoral de mi barrio de donde yo vivo hace 24 años es una movilización masiva de mujeres y de colectivos como te digo que, de las diferentes diversidades, personas con discapacidad que se veían amenazados por el avance de esta ultraderecha. Creo que la ciudadanía española se dio cuenta que efectivamente esos derechos que ya se están recortando en esas comunidades donde gobiernan, no querían que pase a nivel nacional, ¿no? Y por eso justamente creo que se reaccionó a tiempo.
-¿Tenés algún contacto con nacionales que estén allí? ¿Más en la vida social más que en la política?
-En ambas cosas. Soy Argentina activa, militante de Argentina. Acabo de estar con el embajador Ricardo Alfonsín, con Alejandro Karlen, parlamentario del Mercosur, con Julia Perie porque estamos sesionando la Asamblea Europarlamentaria de Eurolat, en el Senado de España (se ha trasladado de Bruselas a España) y por lo tanto estas reuniones las hacemos cada seis meses, una vez en el continente latinoamericano, otra vez en Europa, y es un ejercicio de diplomacia parlamentaria muy útil.
En esta última cumbre, en la USLA, que se produjo la semana pasada, se pudo incorporar por primera vez en un texto tan potente como es una resolución firmada por 26 países, sobre la soberanía de Argentina en las Islas Malvinas. Eso sería impensable, obviamente, si el Reino Unido pertenecía a la Unión Europea todavía. Pero quiero decir que este trabajo parlamentario, que a veces se hace de forma silenciosa, porque no tiene el foco mediático, porque los periodistas no cubren muchas veces las resoluciones que se aprueban. Invito a que lean en la página web del Parlamento Europeo porque es un paso de gigantes en diplomacia que la Unión Europea reconozca la soberanía sobre Malvinas no solamente es un éxito de la diplomacia argentina, sino es un éxito del parlamentarismo.
En el campo personal, estoy muy en contacto, viajo seguido a Esquina, mi ciudad, allí vive parte de mi familia todavía, recientemente ha muerto mi padre, pero vive todavía parte de mi familia y también hago un ejercicio de que mis hijas se sientan correntinas, les gusta ir e intentamos ir una o dos veces al año.