Se encuentra ubicado en el Parque Tiergarten y cumplió 150 años. Pasó de ser un símbolo de los nazis a un emblema de la cultura alemana. Pudo ser demolida tras la Segunda Guerra, pero sobrevivió y se volvió tanto un destino popular para turistas un como icóno del cine y la música electrónica.
La majestuosa Columna de la Victoria de Berlín, conocida como “Goldelse” o “Isabelita dorada”, brilla con esplendor en su ubicación actual en el Parque Tiergarten. Este icónico monumento alemán, testigo de grandes acontecimientos, tiene una historia fascinante que se remonta al siglo XIX.
La Columna de la Victoria fue inaugurada el 2 de septiembre de 1873 por el emperador alemán Guillermo I. Su construcción se llevó a cabo durante aproximadamente ocho años y fue diseñada por el arquitecto de la corte Heinrich Strack, mientras que la impresionante figura de Victoria, coronada de laurel y con un águila prusiana en el casco, fue creada por el escultor Friedrich Drake. Originalmente se encontraba a 1,5 kilómetros de su ubicación actual, en la Avenida de la Victoria, frente al Palacio Raczynski, pero fue trasladada en 1939 debido a los planes de Albert Speer para una nueva capital nazi.
Después de la Segunda Guerra Mundial, surgieron debates sobre si debía demolirse la Columna de la Victoria debido a su simbolismo y su conexión con el pasado nazi. Los soldados polacos llegaron a lamentar no haber destruido el monumento, pero finalmente, las fuerzas de ocupación estadounidenses y británicas votaron en contra de su demolición, mientras que la Unión Soviética se abstuvo.

Los berlineses, en un intento por eliminar su simbolismo histórico, comenzaron a llamar a la Columna de la Victoria “Goldelse” o “Isabelita dorada”. A pesar de su pasado controvertido, el monumento se ha convertido en un destino popular para turistas, en gran parte gracias a su plataforma de observación a 51 metros de altura, que ofrece impresionantes vistas panorámicas de la ciudad.
La Columna de la Victoria también ha desempeñado un papel importante en la cultura popular. En la película Las alas del deseo de 1987, dirigida por Wim Wenders, los actores Bruno Ganz y Otto Sander interpretaron ángeles de la guarda, y una de las escenas más memorables ocurre cuando Bruno Ganz, en el papel del ángel Damiel, contempla la ciudad desde la Columna de la Victoria, expresando su deseo de volverse terrenal.
En las décadas posteriores, la “Goldelse” ha sido testigo de eventos significativos en Berlín. El festival Love Parade de los años 90 celebraba su fiesta de clausura a los pies del monumento, al igual que los eventos Rave the Planet y Christopher Street Day. Incluso el entonces candidato presidencial Barack Obama reunió a las masas en este lugar para pronunciar un discurso antes de convertirse en presidente de Estados Unidos.

La Columna de la Victoria de Berlín es mucho más que un monumento histórico; es un símbolo de la evolución de la ciudad a lo largo de los años y un punto de referencia icónico que ha sido testigo de momentos significativos en la historia y la cultura de Berlín. Su esplendor perdura, atrayendo a visitantes de todo el mundo que buscan una vista impresionante de esta ciudad vibrante y en constante cambio.