El 4 de marzo de 1999 marcó un inicio significativo para la innovación y el impulso tecnológico en Argentina y Latinoamérica. Hoy se cumplen 25 años desde la realización de la Primera Conferencia Internacional sobre Electromovilidad y Energía Solar, un evento pionero que sentó las bases para el avance y la difusión de la movilidad sostenible en la región.
En 1999, el visionario Carlos Puga invitó a Hans Tholstrup (en su primer visita a la Argentina) a inaugurar la primera conferencia sobre electromovilidad en Latinoamérica. El escenario fue la localidad de Ramos Mejía, Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, donde se destacaron las ventajas técnicas, educativas y comerciales de la electromovilidad y la energía solar, como así también de la construcción de un automóvil solar argentino para el World Solar Challenge (WSC). A pesar de la notable repercusión y asistencia del público, la financiación necesaria para representar a Argentina en esta exposición internacional resultó inalcanzable en aquel momento.
La «1er Conferencia sobre Electromovilidad y Energía Solar de Argentina y Latinoamérica» fue un evento emblemático con características sobresalientes:
Se invitó al Embajador Australiano en Argentina y a sus colaboradores, aunque su participación no pudo concretarse debido a sus extensos compromisos.
Entre los destacados asistentes se encontraban Monseñor Bazán (por el Obispado de San Justo) y Eduardo Tarraubella, Tesorero del Automóvil Club Argentino de en ese mismo año. La conferencia contó con traducción simultánea por parte de una traductora del Colegio Ward.
Fue previamente anunciada en la sección «Claringuilla» del Diario Clarín, alcanzando una amplia difusión. Con una asistencia de aproximadamente 200 personas.
Esta histórica conferencia que se desarrolló en el Salón Nuevo Mariell de dicha localidad y fue el resultado del viaje que Carlos Puga realizara a Australia en 1996, para presenciar «in situ» el World Solar Challenge, la competencia de autos solares más importante del mundo con 3000 km de recorrido entre las ciudades de Darwin y Adelalaide.
Su encuentro con Hans Tholstrup, creador del WSC, desencadenó una amistad que perdura hasta el día de hoy, dando un impulso incansable por la innovación. Puga se convirtió así, en el primer argentino en presenciar esta competencia, como se lo señalara a Hans el 28 de octubre de 1996 horas previas a la «largada» en Darwin.
Al regresar a Buenos Aires, Puga se llenó de experiencias y entusiasmo, buscando construir un vehículo solar para participar en el WSC’99. A pesar de sus esfuerzos, la búsqueda de patrocinadores para cubrir los costos no tuvo éxito.
Este aniversario conmemora no solo un acontecimiento histórico, sino el inicio de un camino de exploración y desarrollo en la movilidad sustentable para Argentina y Latinoamérica.