La petrolera nacional anunció que el 3 de enero efectivizará su ya habitual suba mensual, con un promedio de 1,75%. A nivel local, la nafta y el diésel se encarecerían entre 20 y 25 pesos. En Corrientes, la Súper de esa compañía acumuló una inflación del 85% en 2024.
Aún no culmina el año, pero la petrolera YPF ya anotició que el 3 de enero se aplicará una nueva actualización en sus surtidores. Será la primera suba del año y la corrección en las pizarras se estima en un 1,75% promedio en todo el país.
Como es habitual, es casi un hecho que las restantes compañías seguirán a la estatal en la modificación de sus precios, en su habitual compulsa de importes.
Actualmente, a nivel local, la Súper de YPF se consigue a 1.183 pesos el litro (según lo anunciado, debería subir 20,7 pesos el viernes próximo).
En tanto que la nafta Premium (Infinia) está 1.438 pesos (tendría que encarecerse 25,1 pesos); el Diésel 500 a 1.224 pesos (haría lo propio con un alza de 21,4 pesos) y el Diésel Premium a 1.469 (variaría 25,7 pesos).
Estas estimaciones se hacen en potencial, teniendo en cuenta que en más de una ocasión YPF anunció un porcentaje promedio que, finalmente, en esta región del país terminó siendo mayor.
La decisión de prorrogar por unas horas el aumento (que iba a efectivizarse el 1 de enero) se explica por el impacto que la medida tendría sobre el bolsillo de quienes viajan por vacaciones en los primeras jornadas del año.
Aunque en la práctica no es el Gobierno el que coloca los precios de los combustibles, sino las empresas, la decisión tomada por YPF va de la mano de la política implementada por el Estado nacional en materia energética.
¿Cuánto se encarecieron las naftas este año?
El año se termina y si se suman las 11 subas efectivizadas en los surtidores locales durante 2024 (3 de enero, 1 de febrero, 1 de marzo y 1 de abril, 1 de mayo, 1 de junio, 1 de julio, 1 de agosto, 1 de septiembre, 1 de noviembre y 1 de diciembre), el resultado refleja que la nafta y el gasoil de YPF “cierran” este ciclo con un alza del 81,1% en esta capital.
En ese sentido, aunque resulte meramente simbólico, hay que recordar la reducción del 1% que se aplicó el 1 de octubre. A ese total acumulado se llega teniendo en cuenta que el 1 de enero, un litro de Súper de esa compañía (el producto más vendido) costaba aquí $639 y hoy en el duodécimo mes del año vale $1.183 (+$544=85,1%).
La Premium inició el año a $779, su importe actual es de $1.438 (+$659=84,5%). El Diésel 500 de $689 a $1.224 (+$535=77,6%) y el Diésel Premium pasó de 829 a 1.469 pesos (+$640=77,2%).
Expendio amesetado
La Cámara de Estaciones de Servicio de Corrientes (CESCOR) alertó, días atrás, que el despacho de combustible se se halla amesetado y que en el comparativo interanual, hay una brecha cercana al 20% que se sostuvo en los últimos meses y preocupa al sector.
En noviembre los surtidores de la provincia vendieron 29.141 metros cúbicos de nafta y gasoil. Esa performance denotó una caída intermensual del 1,3% (-404 m3), puesto que en octubre se despacharon 29.545 m3 en el Taragüí.
La tendencia negativa se consolidó y acrecentó al observar los números del comparativo interanual. La brecha existente entre lo comerciado el mes pasado y noviembre de 2023, cuando los surtidores de la provincia sirvieron 36,138 m3 de combustibles, refleja que en el undécimo mes de 2024, las expendedoras de la provincia despacharon un 19,3% (-6.997 m3) menos que hace un año atrás.
El presidente de CESCOR, Carlos Gold, en un reciente contacto con época manifestó que “se evidencia esta retracción con mayor intensidad en esta provincia que en otras, y esto se da por incidencia de las ventas en zona de frontera, que cayeron considerablemente en los últimos meses. Tanto Paso de los Libres, como Santo Tomé fueron las más afectadas con caídas de volumen cercanas al 50%”.
El referente estacionero añadió: “Sin dudas hemos transitado un año complicado, donde la corrección de las graves distorsiones que venían imperando en los precios, con consecuentes meses de desabastecimiento inclusive durante gran parte del 2023, provocó una grave disminución en el volumen de ventas afectando enormemente nuestra rentabilidad”.
Y completó: “La suba de los precios no fue acompañada por las ventas, produciéndose un desequilibrio importante. Todos apuntamos a que en 2025 esto se pueda revertir”.