Cómo son los preservativos vaginales que la UNNE entrega a sus estudiantes

Por un acuerdo con la Nación, será la primera institución en promocionar y entregar estos anticonceptivos que no se producen ni se comercializan en el país.

La comunidad estudiantil de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) podrá acceder, de manera libre y gratuita, a preservativos vaginales que se entregan en el marco del acuerdo de distintas universidades nacionales con el Ministerio de Salud Pública de la Nación. Las instituciones de educación superior serán las primeras en repartir esta nueva opción entre los métodos anticonceptivos de barrera, que no se produce ni se comercializa en Argentina.

“Es una gran satisfacción como universidad, poder acercar a nuestra comunidad estudiantil este método de protección, de cuidado que aunque no se produzca ni venda en el país, podemos acceder a ellos y distribuirlos de manera gratuita, a partir del acuerdo con Nación”, destacó la directora de Política de Género y Diversidad Sexual de la UNNE, Erika Sánchez.

Desde este miércoles 1 de noviembre, los preservativos están disponibles para estudiantes, en las áreas de Servicios Sociales y Medicina Familiar de esta universidad regional. 

El preservativo vaginal mide aproximadamente 17 cm (similar al preservativo peneano) y está hecho de nitrilo, un material apto para personas alérgicas al látex. Viene lubricado a base de silicona. Tiene un anillo externo que es más ancho en el extremo abierto y un anillo interno que es flexible.

Este método permite mayor autonomía en las prácticas sexuales de las personas con vagina.

Cómo son los preservativos vaginales que la UNNE entrega a sus estudiantes

Esta política está dirigida a la población compuesta por mujeres cisgénero, varones trans, otras identidades de género con vagina -no binaries, intersex, género fluido-, trabajadorxs sexuales, personas jóvenes y también quienes atraviesen situaciones de violencia de género. Y entre sus objetivos se destaca el de incrementar la autonomía de las mujeres y disidencias.

Las universidades juegan allí un rol clave. “La política universitaria forma parte de esa línea estratégica. De llevar la salud, por fuera del sistema formal de salud, a través de las consejerías de género de las universidades”, explicó por ejemplo Natalia Ayala, de la Dirección de Respuesta del VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) del Ministerio de Salud de la Nación. 

Desde dicha área se dirige la incorporación del preservativo vaginal en el marco de una estrategia de prevención combinada del VIH, las ITS y los embarazos no intencionales. Campaña pensada sobre números que preocupan: en 2015 y 2016, la tasa de infección de sífilis cada 100.000 habitantes fue de 21,2 y 24,1 respectivamente. En 2017, aumentó a 34,8 y en 2018 alcanzó el 51,1. En 2019 llegó a 56,1. El sector más afectado fue la población joven entre los 15 y los 34 años.

“La idea es generar una articulación fuerte y sólida con el primer nivel de atención de salud de los territorios en los que las universidades nos insertamos”, dijo en tanto Malena Espeche, de la Consejería Integral en Salud y Derechos Sexuales y (no) Reproductivos de la Secretaría de Bienestar Universitario, de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), la primera en comenzar a distribuir los preservativos. 

Si bien este producto todavía no se produce ni se comercializa en Argentina, en junio pasado comenzaron a ser distribuidos de manera gratuita gracias a un acuerdo entre la cartera sanitaria nacional y algunas universidades nacionales, entre las que se encuentra la UNNE. 

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