Con el objetivo de generar conciencia sobre la forma en que influye esta enfermedad inflamatoria crónica de la piel en quienes la sufren, diferentes expertos año a año destacan las causas y resaltan los últimos avances médicos.
En el contexto del Día Mundial de la Dermatitis Atópica que se celebró el pasado 14 de septiembre, época se contactó con la dermatóloga María Alegre para conocer a fondo los números, falta de diagnóstico sobre la enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta a uno de cada cinco niños y uno de cada diez adultos. Siendo así una de las enfermedades más comunes.
Cabe mencionar que de las cifras mencionadas, aproximadamente la mitad de las personas sufren de una forma moderada a grave la enfermedad, según datos de un estudio realizado por un grupo internacional de expertos en el último año.
La mayor problemática de la enfermedad es la falta de diagnóstico a tiempo, por lo que conlleva que los pacientes atraviesen gran parte de su vida sin un tratamiento acorde a los eccema que se producen en la piel.

En cuanto a los síntomas que presentan están el prurito, el malestar y las complicaciones infecciosas en la piel, ya que afectan directamente al bienestar, la percepción personal y las interacciones sociales
Ante este escenario, la doctora explicó de qué se trata esta enfermedad, y los síntomas que presenta diciendo: “La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que puede causar brotes; es decir, períodos en los que uno está bien y otros que va a estar brotado constantemente” pero “debemos remarcar que esta no es una enfermedad contagiosa”.
Además, informó que “clínicamente, ocasiona piel seca, que pica mucho y donde se pueden provocar lesiones que son como placas rojas, brillantes, muy pruriginosa; es decir, que pica un montón, y tiene localizaciones que son muy características”.
Entre las causas que ocasionan la dermatitis atópica remarcó que se encuentran la base genética, como los antecedentes personales o familiares de alergia. Otra de las causas que mencionó tiene que ver con las condiciones del clima del lugar donde vive el paciente.
Respecto al tratamiento, la especialista hizo hincapié en que solo se lleva a cabo durante los brotes, remarcando la importancia que tiene la rutina de mantenimiento en estos casos. “Es necesario explicar a los pacientes que hay que devolverle a la piel lo que se perdió”; es decir, “que aportemos la barrera de función, la barrera cutánea y para ello se debe usar emoliencias, jabones que son muy específicos”.
También enumeró que la utilización de ropa de algodón es lo más recomendado ya que “es importante decir a los pacientes que se bañen con agua tibia, no con agua muy caliente” y añadió: “Cada una de estas medidas ayudan un montón a proteger la piel del paciente”.

En cuanto a la edad de los que padecen la enfermedad, la especialista detalló que “por lo general la dermatitis atópica es muy frecuente en niños, pero va avanzando y como es crónica, persiste pero va mejorando durante la vida adulta”.
Más datos
Según un informe presentado por Sociedad de Dermatología Pediátrica para Latinoamérica sostienen que es frecuente que las personas con dermatitis atópica experimenten una carga de enfermedad aún mayor porque suelen desarrollar inflamación de tipo dos, tales como asma, rinitis alérgica y poliposis nasal.
Además, los cuadros moderados y severos no controlados adecuadamente se asocian con más riesgo cardiovascular, sobrepeso y obesidad.