Es fundamental realizar un correcto diagnóstico y tratamiento sumados a una buena alimentación y a hacer actividad física.
La diabete es la alteración metabólica que con mayor frecuencia complica el embarazo influyendo en el futuro de la madre y su hijo, explicó María Faingold, médica especialista en Endocrinología M.N (60.107) consultora del comité de embarazo de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD).
“Cuando hablamos de diabetes en el embarazo, debemos diferenciar si se trata de una mujer que tenía diabetes diagnosticada antes del embarazo (diabetes pregestacional) o si se trata de una mujer que desarrolla diabetes en el embarazo en curso (diabetes gestacional). Además, en ambas situaciones, el tratamiento es el mismo, pero los riesgos son diferentes. Una mujer con diabetes pregestacional puede tener complicaciones ocasionadas por su enfermedad y entonces los cuidados serán diferentes. Por lo tanto, siempre deberá programar su embarazo, con el objetivo de disminuir los riesgos tanto para la mamá como para su hijo”, añadió Faingold.
También, expresó: “La hiperglucemia materna y el efecto a largo plazo sobre la descendencia, que compromete tanto a las mujeres con diabetes tipo 1 como a las que padecen diabetes tipo 2, correlaciona con lo que se ha dado en llamar “programación fetal”. Este último punto -quizás uno de los de mayor relevancia en la actualidad- se relaciona directamente con la prevención”.
Qué es la diabetes gestacional
La especialista señaló que “la diabetes gestacional es aquella que se diagnostica en el embarazo en curso y que en general revierte luego del parto”. A la vez, dijo: “Se diagnostica habitualmente después de la semana 20 de embarazo, que es cuando aumenta la concentración de algunas hormonas propias del embarazo y que en general producen gran insulinorresistencia. En el caso de que la mujer no pueda compensar, aumentando la secreción de insulina, por distintos motivos (factores hereditarios, obesidad, etcétera) aparece la diabetes gestacional”.
Asimismo, añadió a modo de reflexión: “El problema es que no hay consenso en cuanto a cómo diagnosticarla, pero sí ha acuerdo sobre el objetivo glucémico a alcanzar, y este es: tratar de alcanzar ‘la normalidad’. La pregunta es ¿cuál es esa normalidad en un embarazo complicado por diabetes gestacional?”.
“El incremento en la prevalencia de diabetes y obesidad en mujeres en edad reproductiva, el embarazo a edades mayores y los diferentes criterios para realizar el diagnóstico explican el incremento en la prevalencia de diabetes en el embarazo de los últimos años. El embarazo complicado con diabetes es de alto riesgo, en consecuencia, es importante realizar un correcto diagnóstico y tratamiento para disminuir las complicaciones perinatales asociadas”, aseveró.
Qué complicaciones pueden presentarse con la diabetes en el embarazo
“Las hipoglucemias son una de las principales complicaciones más frecuentes de las mujeres con diabetes pregestacional y ocurren con más frecuencia durante la primera mitad del embarazo, especialmente entre las semanas 10 y 15, lo cual es resultado de distintos factores como el mayor énfasis en el estricto control de la glucemia, la menor ingesta de alimentos relacionada a náuseas y vómitos, y la relativa mayor insulinosensibilidad de estas semanas en comparación con la segunda mitad del embarazo”, aclaró la médica.
Luego, manifestó: “Existen otras complicaciones que pueden ocurrir durante el embarazo de una mamá con diabetes previa y son: hipertensión, deterioro de la función renal y/o de retinopatía preexistente, riesgo de preeclampsia (se asocia a hipertensión inducida durante el embarazo)”.
“Las hipoglucemias y el riesgo de descompensación se previenen a través de un estricto control de la glucemia, para lo cual se impone el monitoreo frecuente de los niveles de glucosa en sangre”, expresó Faingold, quien destacó: “Las demás complicaciones pueden evitarse si se buscan precozmente; por lo tanto la mujer debe ser controlada cada 15 días y semanalmente a partir de la semana 32. La frecuencia de los controles debe aumentarse si se detecta descontrol metabólico o se objetiva hipertensión arterial”.
Cómo afecta la diabetes al bebé
La especialista dijo que “en las mujeres con diabetes pregestacional, si no se realiza una adecuada programación del embarazo y la mujer queda embarazada con mal control, existe riesgo de que el bebé presente malformaciones congénitas, las más frecuentes afectan al sistema cardiovascular y al sistema nervioso (fallas de cierre de tubo neural)”.
“En caso de que la madre no haya tenido un buen control metabólico en la segunda mitad del embarazo, ya no existe riesgo de malformaciones, pero es probable que el bebé presente un peso elevado al nacer o por el contrario un bajo peso, con las consecuencias que ambas situaciones acarrean (mayor riesgo de desarrollar diabetes y/u obesidad a lo largo de su vida)”, especificó.
La importancia de la dieta y el ejercicio durante el embarazo
Faingold consideró que “la dieta es fundamental durante el embarazo. El valor calórico total (VCT) en el primer trimestre se calcula según el peso teórico y la actividad física, asimismo a partir del segundo trimestre se agregaron 300 calorías”.
Por ello, la especialista destacó: “El ejercicio resulta especialmente útil para mejorar el control metabólico en las mamás con diabetes tipo 2 o gestacional, en este sentido, se ha demostrado que la actividad física durante el embarazo se asocia a un menor índice de diabetes gestacional, por ejemplo: los ejercicios no isotónicos -en los que predomina la actividad de las extremidades superiores, es decir, que fuerzan a los músculos a cargar un peso estático a lo largo de un rango de movimiento- serían los más indicados dado que presentarían menor riesgo de desencadenar contracciones o de disminuir la oxigenación del útero”.
Cómo puede afectar al bebé en el futuro que la mamá haya tenido diabetes durante el embarazo
En relación a este tema, Faingold comentó: “Los hijos de madres que han tenido diabetes durante el embarazo (fundamentalmente tipo 2) presentan más riesgo de desarrollar obesidad y/o diabetes a edades más tempranas, asimismo varias de estas jóvenes, tendrán obesidad y/o diabetes en el momento en que alcancen su edad reproductiva con lo cual se perpetuará de esta forma un círculo vicioso”.
“Uno de los grandes interrogantes a responder es si el tratamiento de la hiperglucemia materna en el embarazo puede prevenir este círculo y algunos datos preliminares asegurarían que la respuesta es ‘Si! Podemos’, con lo cual se impone un buen control metabólico a lo largo del embarazo, no sólo para prevenir morbilidad materna y feto-neonatal, sino también para evitar el desarrollo a futuro de enfermedades crónicas como hipertensión, obesidad y diabetes en la descendencia”, concluyó.