Sin sol, ¿de dónde obtener la vitamina D en invierno?

Durante los meses de invierno, cuando la exposición al sol es limitada, es crucial encontrar fuentes alternativas de vitamina D para mantener la salud ósea, la función inmunitaria y el bienestar general. Acá están algunas estrategias efectivas para asegurar una ingesta adecuada de esta vitamina:

1- Alimentación

Incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina D es fundamental. Algunos pescados grasos como el salmón, el atún y la trucha son excelentes fuentes. Además, el aceite de hígado de bacalaoyemas de huevo y productos fortificados como la leche, el jugo de naranja y algunos cereales también son opciones válidas.

2- Suplementos

La suplementación es otra opción importante, especialmente en latitudes norteñas donde la luz solar puede ser insuficiente durante varios meses al año. Las directrices de salud pública en varios países recomiendan la suplementación durante los meses de invierno, especialmente para ciertos grupos de riesgo como los bebés, los ancianos, y las personas con piel oscura o aquellas que llevan ropa que cubre la mayor parte del cuerpo.

Vitamina D (Foto: Adobe Stock).
Vitamina D (Foto: Adobe Stock).

3- Exposición limitada al sol

Aunque la exposición directa al sol puede ser menos viable en invierno, aprovechar los días soleados puede contribuir a la producción de vitamina D. Incluso breves períodos de exposición (aproximadamente 15-20 minutos) a la cara y las manos pueden ser beneficiosos.

Es importante tener en cuenta que mientras la exposición al sol puede ayudar a generar vitamina D, también es necesario ser consciente del riesgo de cáncer de piel y utilizar protección solar adecuada después de los primeros minutos de exposición directa al sol.

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