La victima contó que el acusado era su amigo, y que por ello decidió ir a su casa tras un encuentro en el parque Camba Cuá porque se sentía mal de salud.
“Esa noche (24 de agosto de 2018) tomamos bebidas alcohólicas en grupo y el ( su amigo) especialmente me sirvió en un vaso del cual me pidió que no comparta con nadie, un fernet. Por momentos sentía que se me nublaba la vista, se me cerraban los ojos, empecé a tener lagunas mentales. Al verme así se ofreció que me quede a dormir en su casa para cuidarme, que estaba la cama del hijo libre. Pero no recuerdo cómo llegamos” contó L. G.
En su relato la mujer señaló que “la cama del hijo estaba llena de ropa y cosas así que puse a cargar mi celular (con su cargador que tenía los cables sueltos), tenía 9% de batería y tenía una alarma activada porque tenía actividades previstas en el día. Me saqué las zapatillas y me acosté toda vestida”.
“En un momento despierto y lo tenía encima ( a M.A.R.) con mi pantalón y la ropa interior a medio muslo. Le grité, le pegué y comencé a sentir náuseas. Con la poca batería que tenía avise a un grupo de trabajo artístico que teníamos lo que había pasado, me buscaron en un lugar que acordamos y me acompañaron a denunciar” contó la mujer.
La damnificada señaló que a pesar de decir ante autoridades policiales que fue, tras una bebida que tomó que comenzó a sentirse mal, no le realizaron el análisis toxicológico. “Desde el inicio se hizo mal la investigación” agregó.
Por su parte Liliana Gómez, desde la querella explicó a este medio que tomó la defensa en abril del 2024, antes que se archive la causa. “Es madre de dos niñas, y logramos que se llegue a juicio. Será este lunes a las 8 en el Tribunal Oral Penal 2. Esperamos que la justicie esté a la altura y la denunciante tenga lo que espera: justicia” señaló.