Un joven, de 23 años, que hace dos años se instaló en la localidad de Itá Ibaté y hacía algunas changas para sobrevivir, fue arrestado en las últimas horas por la Policía, luego de que descubrieran que tenía un pedido de captura activa en una causa por homicidio ocurrida en el 2016 en la provincia de Misiones, en la cual estaba relacionado al brutal homicidio de su abuela, a la que enterraron en un pozo y la prendieron fuego, indicaron ayer fuentes oficiales.
Efectivos policiales de la Comisaría de Itá Ibaté realizaban un patrullaje de rutina cuando demoraron a un muchacho en actitud sospechosa. Se trató de un sujeto identificado como Luis Duarte de 23 años, alias “Polaquito”, oriundo de la provincia de Misiones, quien hace varios un par de años llegó a la localidad y se radicó en una casa abandonada, apartada. Nunca había causado problemas, por eso la Policía no lo tenía “bajo el radar” de vigilancia.
Según indicaron fuentes locales, el muchacho se dedicaba a la poda de árboles, cortaba césped y hacía algunos trabajos de albañilería como changas para sobrevivir.
Pero el lunes al parecer alguien llamó a la comisaría para reportar algún movimiento sospechoso y fue demorado por la fuerza de seguridad y allí descubrieron su verdadero pasado y una orden de detención vigente que aún pesaba sobre él, por parte de la Justicia de Misiones.
Y es que el demorado en el año 2017 y con 17 años se vio involucrado en un brutal homicidio de una mujer, presuntamente su abuela, a la que habían asesinado y luego prendido fuego durante un intento de robo que Duarte y algunos cómplices, todos jóvenes, habían cometido en la casa de “Neris”, una mujer de 57 años en la localidad misionera de Candelaria.
Los bomberos y la Policía local lograron determinar que el incendio de la finca de la mujer había sido intencional en el contexto de un robo. En el patio de la casa de la víctima, se halló platos, fuentes, vasos, un portarretrato y un machete, entre otros elementos de poco valor que no alcanzaron a llevar.
Los vecinos fueron claves para aportar los datos a la Policía que realizó varios allanamiento y detuvo a cinco sospechosos, uno de ellos habría sido Duarte, quien entonces tenía 17 años y al ser menor logró evadir las responsabilidades, pero no se quedó en la zona.
Ni bien pudo y tuvo la mayoría de edad, “Polaquito” huyó de Candelaria y se radicó en suelo correntino, más precisamente en Itá Ibaté y allí desde el anonimato comenzó a trabajar en distintos lugares para solventar sus vicios, que según fuentes locales era el consumo de alcohol y marihuana.
Ahora el joven quedó detenido y a disposición de la Justicia misionera, donde podría ser trasladado en las próximas horas a esa provincia para aclarar su situación procesal en torno al homicidio de su abuela.