Fue en Comodoro Rivadavia. Diego Barría (32) había sido visto por último vez el sábado 18, cuando salió a andar en cuatriciclo y sufrió un accidente en la zona de Rocas Coloradas.
Hace poco más de una semana que un hombre de 32 años estaba siendo buscado por Prefectura y la Policía en Comodoro Rivadavia. Su desaparición era un misterio. El único rastro se halló unas 40 horas después de la denuncia: su cuatriciclo apareció chocado y su casco semidestruido. Ahora, se conoció un final estremecedor: los restos del hombre fueron encontrados dentro de las vísceras de un cazón, un tiburón de tamaño medio.
Según las fuentes, dos pescadores fueron hasta la oficina de la Prefectura Naval de Caleta Córdova. Allí contaron que habían sacado en la costa tres cazones de aproximadamente 1.50 metros cada uno. Y que en las vísceras de uno de ellos encontraron restos de piel humana.
En la piel hallada se halló un dato esclarecedor: el tatuaje de una rosa, color verde y rojo, con una inscripción ilegible.
El tatuaje, según su propia familia, se lo había hecho Diego Alejandro Barría, desaparecido en las últimas horas del sábado 18.
“Manejamos dos hipótesis: una que haya salido herido, según compartimos con Policía. La otra, que tiene más peso, es que se accidentó y por el impacto -según el estado del cuatriciclo y el casco- se haya quedado inconsciente en la costa. Y que esa pleamar grande lo haya metido hacia adentro del mar”, anticipó días atrás, y en medio de la desesperada búsqueda, José Mazzei, subsecretario de Protección Civil y Gestión del Riesgo de la Provincia.
La desaparición
Barría había sido visto por última vez el sábado 18, alrededor de las 23.30, cuando iba camino a su casa de campo, mientras se trasladaba en su cuatriciclo.
En el trayecto, paró a saludar a unos amigos pescadores y avisó a sus familiares que iba retrasado.
Tuvo una penúltima parada, con un conocido del lugar. Esa persona fue la última que lo vio con vida.
Tras el paso de las horas y la no llegada a su casa, sus familiares denunciaron la desaparición de Barría.
A partir de allí, se lanzó una búsqueda por tierra y aire del vecino de Comodoro. “Se busca información del hombre de 32 años, 1,85 cm de altura, robusto, de cabello corto castaño tipo lacio, tez trigueña y ojos color café“, fue el comunicado oficial emitido.
Durante toda la semana, personal de la Unidad Regional Comodoro Rivadavia, a través de la División Búsqueda de Personas, se encargó de rastrillar la zona. Sobre todo el paraje costero conocido como Puerto Visser y Rocas Coloradas, por donde sí o sí tenía que haber pasado el hombre.
El lunes, un grupo de búsqueda encontró su cuatriciclo destruido. A pocos metros estaba el casco, que presentaba abolladuras y estaba partido en la zona del mentón. Sin embargo, no había manchas de sangre en el lugar, lo que aumentó el misterio acerca de su desaparición.
Tras el hallazgo, la búsqueda se multiplicó. Se movilizó a distintas reparticiones de la Policía de Chubut, de bomberos voluntarios, amigos y agrupaciones de vecinos amantes de las 4×4 que se desplegaron en un amplio radio.
Pero ninguno obtuvo resultados positivos, a pesar de la cantidad de gente desplegada y de las zonas cubiertas.
“Dale mi loco! Los nenes ya están preguntando por vos! No nos hagas esto, aparecé, te estamos esperando“, había posteado su esposa, Virginia Brugger (30), en las redes sociales. Tenían tres hijos.
Este domingo confirmaron la peor noticia. Y de una manera increíble, con sus restos dentro de un cazón que pescaron en la costa.