“Feliz día abuela a vos que tanto luchas por mi bien solo tengo que agradecerte todo lo que haces por mí”, escribió Jonathan B. el pasado 16 de octubre en el Día de la Madre. La destinataria de la frase es Nilda Maidana, la mujer que apareció degollada en su casa y por cuyo femicidio está detenido el mencionado Jonathan. Detalles macabros de un crimen de ribetes impresionantes.
Jonhy era el mimado de Nilda. Lo apañaba, lo cuidaba, lo malcriaba.
Pero todo tiene un límite, y la mujer del corazón enorme que buscaba por todos los medios evitar el peor final para su nieto comenzó a perder la paciencia, y notó que el esfuerzo por sacar al joven de los excesos eran en vano.
Así se sucedieron los primeros e inevitables encontronazos entre el muchacho que eligió el peor camino y la abuela que se quedó sin fuerzas.
Fue tarde para poner límites, mucho más desde una abuela, quien no está capacitada ni es la indicada para hacerlo. Entonces Jonathan empezó a ver a la mujer como su enemiga, sobre todo cuando los excesos lo sobrepasaban.
El peor final: Otro no de Nilda terminó con una pelea desigual y el descontrol del muchacho fue tal que terminó cortándole el cuello con un cuchillo. Esto ocurrió al mediodía del domingo pasado.
MENTE ASESINA
Aunque todo queda en hipótesis los testimonios de vecinos son coincidentes: la pelea del domingo, el silencio posterior, y la llegada de Jonhy con evidentes intenciones de hacer cosas a escondidas.
De a poco, con al menos dos cómplices, el deplorable muchacho desvalijó la casa: se llevó desde los televisores de la abuela hasta sus platos y carteras.
El último acceso a la casa tuvo el más macabro desenlace: intentaron quemar la vivienda para borrar rastros, lo que no pudo lograrse