Este lunes comienza el debate público, continuo y contradictorio contra el exdiputado provincial por el partido Activar, Germán Kiczka, y su hermano mayor Sebastián, imputados del delito de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (Masi). Sebastián además enfrentará el debate por abuso sexual simple de una menor de 16 años.
Se estima que el juicio oral culmine el 16 de abril. Solo este lunes y el último día de debate estarán abiertos al público y a la prensa.
Los hermanos Kiczka, oriundos de la ciudad misionera de Apóstoles, se encuentran alojados en la cárcel de la localidad de Loreto.
Ambos fueron detenidos en agosto pasados. En tanto que, en los primeros días de noviembre, el juez de Instrucción Nro.4 de Apóstoles, Miguel Ángel Faría, dictó la prisión preventiva y en enero la causa se elevó a juicio. La investigación de los delitos que se los acusa se inició en febrero del año pasado en Buenos Aires.

67 testigos
Se prevé que declaren 67 testigos. Entre ellos, el diputado provincial Pedro Puerta, amigo de Germán Kiczka.
Sin embargo, fuentes judiciales aseguraron que el abogado del legislador provincial presentó un recurso solicitando la no declaración como testigo de Puerta. “Tenemos un recurso presentado por el abogado de Pedro Puerta que deberá ser analizado por los miembros del tribunal”, dijo un empleado jerárquico del Tribunal Oral.
Al ser legislador provincial, Pedro Puerta tiene la facultad de contestar las preguntas de los fiscales y de los abogados defensores en forma escrita. Es decir, sin presentarse en el Tribunal Oral.
El Tribunal será presidido por Gustavo Arnaldo Bernie, acompañado por los vocales Viviana Cukla y César Antonio Yaya.
Las acusaciones estarán a cargo de los fiscales Martín Rau y Vladimir Glinka.
Pruebas contundentes
Según la fiscalía “entre las particularidades del juicio se destaca la magnitud del material probatorio -compuesto en su mayoría por evidencia digital- y por tratarse del primer juicio oral público para condenar una causa por tenencia y distribución de archivos Masi.
En declaraciones a medios provinciales, sostuvo que “los jueces deben ver y evaluar todo el material antes de dictar sentencia”.
“Son días de mucho trabajo, de preparación y responsabilidad ya que se trata de un caso que “nos exige una formación especial por el tipo de evidencia que se trata”.
Asimismo, agregó que encontró “material de relevancia”. El fiscal ratificó que el diputado provincial Pedro Puerta “está convocado, pero el núcleo central del proceso serán las declaraciones de los peritos técnicos quienes explicarán cómo se extrajo la evidencia, cuál es la calidad de las pruebas y demás”.
Inimputabilidad psiquiátrica
El abogado Eduardo Paredes, defensor de Sebastián Kiczka- hermano mayor del ex diputado provincial Germán- anticipó parte de sus estrategias y qué espera que se resuelva desde el Tribunal Penal.
Sobre su cliente cabe una denuncia por abuso sexual simple en detrimento de una joven que, al momento del presunto ataque, tenía 16 años. Respecto de ese cargo, Paredes subestimó la acusación al señalar que “no creo que lo condenen por eso, porque ni siquiera el relato de la chica podría ser exactamente un caso de abuso”.
Por lo que las estrategias defensivas, según anticipó, apuntarán a minimizar la pena que podría caberle por el delito de tenencia y distribución de archivos Masi. También precisó que “Sebastián ha reconocido en una carta manuscrita al juzgado de instrucción de Apóstoles que todo ese material secuestrado es de él”. Esto, a su consideración, relevaría que el imputado asume tener una compulsión psicológica, por lo que buscarán que el Tribunal Penal le dicte un tratamiento psicológico obligatorio, en lugar de la pena de prisión -que puede llegar a 8 años, como máximo-.
En declaraciones a Radio Up, de Posadas, Paredes contó “Sebastián incluso en mensajes a sus amigos manifiesta que tiene esa compulsión de mirar niños”, a lo que juzgó: “Él no es pederasta, no toca a un niño, solamente mira”.
Luego subrayó que “Sebastián está confeso, y las vías son que, o se le aplica una pena o una medida de seguridad”. Al mismo tiempo, defendió que “él manifiesta que tiene incomodidad con esa compulsión con los niños y hay diferentes explicaciones psicológicas sobre este tipo de desviaciones, incluso hay informes de peritos oficiales”.
Su estrategia técnica apuntará a demostrar que el mayor de los Kiczka es inimputable por condiciones psiquiátricas. “El tema es determinar si Sebastián puede controlar esa compulsión o no, y en principio yo diría que no”; por lo que “se podría ver si en lugar de una pena, una medida de seguridad que es un tratamiento profundo para corregir esas desviaciones”, sostuvo el defensor.