El hombre abusó, mató a su expareja y la tiró a un aljibe.
Juan Domingo Marquestau, de 48 años, está preso por el femicidio y abuso sexual con acceso carnal contra su expareja Nicole Peña, de 29 años, ocurrido en 2021 en la localidad bonaerense de General Pirán, en el partido de Mar Chiquita. El cuerpo de la mujer fue encontrado en un aljibe de la zona rural donde trabajaba Marquestau, semidesnudo, y atado de pies y manos. Ahora el recluso, que en su momento confesó el crimen a la Policía de Pirán, publica videos en una cuenta que abrió en la red social TikTok desde la Unidad Penal 15 de Batán, donde se encuentra alojado.
Esta situación generó un fuerte repudio ya que el femicida tiene plagado su perfil de videos donde se lo ve sonreír, mandar saludos y hasta bailar al ritmo de canciones de cumbia, pop o reggaetón, desde su celda o en los espacios compartidos con sus compañeros de prisión. “Buen día a mis seguidores, ¿cómo están? Acá estoy tomando mate, tranqui, con este día hermoso. Les mando un saludo a todos los que me están siguiendo. Tranqui un matecito para todos ustedes”, dice, por ejemplo, en una de esas grabaciones, desde lo que parece ser el patio de la unidad carcelaria.
En otra de las filmaciones saluda a quienes lo acompañan en TikTok. “Tengo un montón de seguidores, por lo menos me entretengo teniendo amigos atrás del teléfono”, comenta.
Hasta en uno de los videos aparece en la zona de duchas de la cárcel. “Hola chicas, ¿cómo les va? Me estoy pegando un baño. Soy medio vergonzoso, pero bueno. Quiero mandarles un saludo a todas las amigas, a las que me siguen”, dice. Incluso, Marquestau -que suele aparecer vestido con ropa de uso rural- acota a las respuestas positivas que le dejan algunos de los 166 seguidores que tiene.
Sin embargo, en las últimas horas y al conocerse que publicaba videos desde la prisión, aparecieron comentarios en su perfil para enfatizar el pedido de justicia ante el crimen de Peña.
Según el diario La Capital de Mar del Plata, los fiscales Ramiro Anchou y Diego Benedetti, anoticiados de las publicaciones, enviaron un oficio al director de la Unidad Penal 15 para que al menos por vía administrativa le retenga el celular al preso, por incumplimiento de los protocolos para su uso. En tanto, fuentes de la Justicia indicaron a ese medio que como el recluso no está cometiendo delitos con su teléfono, no existen elementos penales para quitárselo.
Cuando encontraron el cadáver de Peña en el aljibe del casco de hacienda donde Marquestau trabajaba como casero, él confesó ante personal de la Policía que había atacado sexualmente a la mujer. También, que la había golpeado y que había tirado su cuerpo al aljibe. “La violé y la maté”, afirmó en ese entonces.