Corría el año 1862… y se producía el 6 de agosto el Combate de Curuzú Cuatiá, donde muere lanceado el coronel Basilio Acuña, una de las máximas figuras que haya dado esta ciudad, nuestra Provincia y el país todo.
Acuña y sus amigos habían advertido al gobernador Liberal José Pampín sobre el peligro que significaba para la tranquilidad pública, conocidos los hábitos del caudillo, la permanencia de Nicanor Cáceres en el departamento de Curuzú Cuatiá. Le solicitaron al primer mandatario su retiro o por lo menos su alejamiento de toda actividad militar en la zona sur. Pampín, que conservaba una cordial relación con Cáceres, no resolvió el petitorio, y al contrario, lo designó al coronel cuestionado al frente de la Comandancia Militar del Sur.
Esto llevó a que el 29 de julio, es decir, siete días antes de aquel 6 de agosto, los coroneles liberales Valerio Insaurralde y Basilio Acuña se levanten en armas desde Curuzú Cuatiá disconformes por la medida que su correligionario, el gobernador José Pampín, efectuó en la persona del Coronel Nicanor Cáceres.
Esta decisión del gobernador disgustó profundamente a sus correligionarios curuzucuatienses dada las características personales del singular personaje en cuestión. Nicanor Cáceres no era liberal, por el contrario, sus mayores amigos los tenía en el bando “federal” y en particular lo era el entrerriano Urquiza. Su bastión Nicanor lo tenía en su estancia “El Paraíso”, de 40 mil hectáreas, ubicada en el departamento de Curuzú Cuatiá muy próximo a Entre Ríos, hoy propiedad de la familia de Edmundo Benta.
Esta situación se termina de dirimir en el Combate de Curuzú Cuatiá el 6 de agosto de 1862, en lo que hoy es el Parque Mitre de esta ciudad.
Cuatrocientos de los opositores se sitúan a pocas cuadras de la población encabezados por Basilio Acuña, Juan Manuel Romero, Martín Rojas, Antonio Ezequiel Silva, Valerio Insaurralde, etc. Los gubernistas dirigidos por el general Ramírez (a) Ramírez Chico, y el coronel Isidoro Reguera, a pesar del doble número de fuerzas con que contaban, solicitan del general Cáceres su presencia para dar comienzo a las hostilidades. Mientras tanto el Coronel Fernández Reguera acude al campamento revolucionario con el objeto aparente de concertar fórmulas pacíficas. Pero llega Nicanor Cáceres y se resuelve el ataque sin mayor dilación.
Se produce el enfrentamiento y resulta fatal para los opositores. Estos no obstante su porfiada resistencia abandonan el campo dejando quince muertos y una cantidad de heridos. Entre los primeros se hallaba Basilio Acuña, el distinguido curuzucuatiense y heroico militar que combatió en Pago Largo, Caá Guazú, Vences y Caseros, entre otras memorables batallas. Basilio Acuña recibió un golpe de lanza que le vulneró órganos vitales.
En este combate se habían sumado a Basilio Acuña, el coronel Martín Rojas de Mercedes, y tras la derrota muchos pudieron huir a Entre Ríos por los montes de Mocoretá.
Fracasado el Tratado de Alcaráz, Rosas impuso su voluntad y Urquiza, pusilánime ante el mandato del gobernador bonaerense, apareció en Corrientes dispuesto a echar al general Madariaga del poder. Viejos camaradas del general correntino defeccionan de sus filas y engrosan las del invasor.
Basilio Acuña estaba casado con María del Tránsito Gómez. Había nacido el 18 de junio de 1822 en Curuzú Cuatiá. Hijo de don Juan Manuel Acuña y Andrea Barbosa. A los 19 años, poco después de la batalla de Pago Largo se incorporó al Batallón Payubre a las órdenes de Joaquín Madariaga, debutando militarmente como “Porta Estandarte” en la batalla de Caá Guazú el 28 de noviembre de 1841, donde las fuerzas correntinas bajo el mando del general Paz derrotaron al ejército entrerriano comandado por su gobernador Pascual Echagüe.
Participó en la tragedia de Arroyo Grande el 6 de diciembre de 1842 y tras su derrota se escapó a los montes de Abalos, desde donde junto a Nicanor Cáceres y otros comprovincianos entraron en comunicación con los hermanos Madariaga que se hallaban exiliados en Brasil. Cuando estos encararon su gesta libertaria y cruzaron por Paso de los Libres a territorio correntino, se unieron a la causa y tuvo una gran actuación Basilio Acuña en Laguna Brava
Con el grado de capitán peleó en 1846 en Laguna Limpia contra las huestes de Urquiza, las que tomaron en esa circunstancia prisionero al general Juan Madariaga, hermano del gobernador.
Al año siguiente, fracasado el Tratado de Alcaráz, Rosas impuso su voluntad y Urquiza, pusilánime ante el mandato del gobernador bonaerense, apareció en la provincia dispuesto a echar al general Madariaga del poder.
Viejos camaradas del general correntino defeccionan de sus filas y engrosan las del invasor: Vicente Ramírez (a) Ramírez Chico, José Verón, Juan Francisco Soto y Nicanor Cáceres. En su aguerrida división figura Basilio Acuña. Esta circunstancia y el hecho de haber proporcionado su padre Juan Manuel Acuña caballadas a los invasores, lo determinan a continuar prestando servicios en la división de Cáceres. Por eso, en la batalla de Vences, desgraciadamente tuvo que empuñar sus armas contra los hermanos de sacrificios combatiendo bajo las banderas que repudiara desde su iniciación en la vida pública.
Después de Vences (27-11-l847) y triunfante Benjamín Virasoro le confió a Basilio la comandancia de Yaguareté Corá (hoy Concepción) en 1848.
Al mando del Coronel Cáceres integró el Regimiento 4º que con tanta eficacia lucho en la batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852.
Luego fue comandante militar de Mercedes y finalmente se retiró a Curuzú Cuatiá. Cuando en 1854 y 1855 Nicanor Cáceres invadió la provincia desde Entre Ríos con el propósito, en ambas oportunidades, de derrocar al gobernador Pujol, Basilio Acuña actuó con diligencia y eficacia para neutralizar las arremetidas del caudillo.
La revolución liberal del 27 de noviembre de 1861, que derrocó al canónigo José María Rolón que había sido impuesto por Juan Pujol, lo contó a Basilio como su gran héroe.
Finalmente, cuando el gobernador liberal José Pampín designa a Nicanor Cáceres al frente de la Comandancia del Sur de la provincia, sus correligionarios se enojan y se levantan contra el primer mandatario que representaba al Partido Liberal por el que toda su familia se desvivió.