El “susurrar” como arte surgió en Francia de un colectivo de arte, que invitaba a las personas a ponerle un alto a la rutina y compartir con otras de manera especial, consiste en sorprender en la calle a una persona que le “invitamos ” a regalarles una poesía o una frase significativa utilizando un tubo de 1,20 mts. Y poner un extremo en el oído de la persona que nos escuchará ; esto hará salir de la rutina y sorprendernos en plena calle. Lo hicieron vestidos de negro y con paraguas negros.

Ser susurrado es una experiencia multisensorial, que definitivamente no pasa inadvertida. Cuando un desconocido nos susurra poesía en el oído sucede algo poderoso. El sonido suave de sus palabras que transmite el tubo ingresa a nuestro ser de una manera intimista y pone magia al momento que estamos viviendo, irrumpe en nuestro trajinar.

Mirta Colangelo, docente, educadora, narradora oral, se define como amante de la palabra, buscadora incansable de redes artísticas , fue la argentina que diseminó en este país esta práctica que conoció en Francia.

ESCUELA DE CORRIENTES Y LOS SUSURRADORES: ¿QUÉ ES EL PROYECTO “SUSURRADORES Y POESÍA”?