Lionel Messi y Julián Álvarez fueron los protagonistas del show del fútbol que se vivió en la noche Qatarí.
El seleccionado argentino obtuvo este martes su pasaje a la final del Mundial de Qatar tras golear a Croacia por 3 a 0 en una noche soñada en Lusail con actuaciones estelares de sus delanteros Lionel Messi y Julián Álvarez.
El capitán argentino abrió el marcador de tiro penal a los 34 minutos del primer tiempo y a los 24 del segundo, después de una maniobra memorable, asistió para el tercero a Julián, quien había ampliado diferencias antes del descanso, con una espectacular acción individual.
Por su parte, Julián Álvarez ratificó el gran momento que atraviesa en el Mundial Qatar 2022 con un verdadero golazo ante Croacia. Argentina se fue al descanso 2-0 gracias a la conquista del delantero del Manchester City, que lleva tres gritos en cuatro partidos. El cordobés arrancó la jugada detrás de la mitad de cancha y luego de correr más de 50 metros a pura velocidad y empuje, convirtió tras contar a su favor con varios rebotes que evitaron el rechazo de los defensores croatas.
El penal que abrió el marcador
El gol con el que Lionel Messi abrió la cuenta ante Croacia significó convertirse en el máximo goleador de la Selección Argentina en Mundiales (11 goles) y fue el corolario de una jugada que nació como acción defensiva y tuvo una transición rápida para llegar al arco rival.
La jugada comenzó desde el fondo, con una salida de Nicolás Otamendi y un pase -desvío mediante- hacia el medio para Enzo Fernández mientras Julián Álvarez picaba al vacío. El delantero controló la pelota a la carrera y quiso definir por un costado de la salida desesperada del arquero Dominik Livakovic, que lo tumbó y le cortó la carrera.
¿Por qué el árbitro Daniele Orsato no expulsó a Dominik Livakovic? Porque si bien cortó la jugada con falta -por eso la amonestación- no era el último hombre, ya que Joško Gvardiol había cubierto el espacio ante la salida del arquero y de hecho evitó que el balón ingresara en el arco.
Después, Lionel Messi la colgó del ángulo izquierdo: fue un zurdazo fuerte, inatajable para Livakovic, que había sido el héroe de Croacia en las series ante Japón y Brasil, para meterse en semifinales.