FÚTBOL ARGENTINO: UNA DISNEYLANDIA IMPROVISADA

(Corresponsalia Buenos Aires) – En la previa al partido más desigual de la primera división del fútbol argentino, echamos un vistazo a dos realidades y un contexto general lleno de irregularidades y situaciones poco claras.

Este sábado desde las 15 horas, abriendo la jornada del día, se enfrentarán en el Claudio Omar Tapia River Plate y Barracas Central. Uno para tratar de seguir despegándose en la punta, otro para tratar de seguir afianzándose en la máxima categoría. Sin embargo, y más allá del momento actual de ambos conjuntos, sus diferencias van mucho más allá de lo expresado en la tabla de posiciones. Uno, el club más taquillero de nuestro fútbol y con mayor proyección internacional de los últimos tiempos. Otro, una institución con un estadio que apenas cumple las reglas necesarias para ser anfitrión de encuentros de alto calibre (solo juega por la tarde por sus limitadas condiciones en términos de infraestructura). Pero claro, todo esto último queda fuera de debate y encuentra su particular justificación en el nombre de quien maneja sus hilos, nada más ni nada menos que el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Chiqui Tapia. Y es que el de Tapia no es un nombre más en la larga lista de máximos dirigentes del deporte más popular a nivel nacional, ya que al igual que Julio Humberto Grondona puede darse el lujo de decir que la selección nacional fue campeona del mundo bajo su mandato (algo que permitió por ejemplo a Grondona mantenerse casi 30 años en el poder, hasta su fallecimiento en Julio de 2014).
Y que mejor que un título del mundo para tapar situaciones desprolijas y sospechosas, que van desde la constante improvisación a la hora de (des)organizar los campeonatos y definir los descensos hasta la de utilizar al VAR como una herramienta más de manipulación que de justicia (no solo hubo árbitros suspendidos por tomar decisiones polémicas sino que también ocurrió lo mismo con algún encargado del VAR).
El fútbol argentino es ese universo en el que el criterio es la improvisación constante, en el que las directivas pueden cambiar de un momento a otro de acuerdo con un interés particular, y en el que los medios de comunicación solo tienen ojos para los dos equipos más grandes del país, ignorando por completo momentos como el de Argentinos Juniors a nivel internacional o lo conseguido por Patronato en Colombia días atrás.
Que la tercera estrella no tape el bosque, si queremos que nuestro fútbol doméstico vuelva a ser digno de orgullo las cuestiones a enderezar son numerosas.

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