Por Coco Ramón
Un gran cierre de semana en materia futbolística y en materia de consecuencias de daños colaterales en cada uno de los equipos. Ganó River, lo ganó muy bien en la bombonera. Con Boca cortó esa racha enorme que tenía de no poder ganar de visitante. Terminó ganando 2 a 0 con los goles de Salomón Rondón y Enzo Díaz en un partido en el cual -sin dudas- quedó observado el técnico de Boca, Almirón, por la hinchada.
¿Por qué? Porque modificó mucho el equipo. Ahora apuesta todo a un pleno el próximo jueves para poder llegar a la final de la Copa Libertadores. Hizo 10 cambios, salvo Chiquito Romero. El resto no habían jugado y está claro y es lógico que el equipo así no iba a responder porque tiene muy poco trabajo junto dentro de la cancha.