El mundo del boxeo quedó sorprendido ante la derrota de uno de los mejores deportistas de la historia. Por el momento, no se planea una revancha.
En un evento que generó tanto expectativa como controversia, Jake Paul, el influencer convertido en boxeador, venció por decisión unánime a la leyenda del boxeo Mike Tyson en una pelea que tuvo lugar en el AT&T Stadium de Texas. Aunque el combate fue un éxito en términos de audiencia y marketing, dejó opiniones divididas entre fanáticos y críticos del deporte.
Con 31 años de diferencia entre ambos, la contienda de ocho rounds expuso la inevitable brecha generacional. Paul se mostró ágil y estratégico, capitalizando el desgaste físico de Tyson, quien a sus 58 años aún demostró momentos de brillantez.
La victoria de Logan Paul quedó sellada con puntuaciones de 80-72, 79-73 y 79-73, reflejando su dominio en el cuadrilátero. La expectativa por lo que podía llega a brindar el histórico boxeador de Nueva York se terminó al poco tiempo de iniciada la pelea.
El combate estuvo lleno de momentos destacados: Tyson conectó golpes poderosos en los primeros rounds, mientras que Paul utilizó su velocidad y resistencia para mantener el control en los asaltos finales. Sin embargo, la edad del neoyorquino fue un factor decisivo, ya que su cansancio se hizo evidente hacia el cierre de la pelea, permitiendo que su rival ejecutara combinaciones que aseguraron su victoria.
Críticas a Tyson y opiniones divididas
Mientras que algunos celebraron la victoria de Paul como una muestra del cambio en el panorama del boxeo, otros no fueron tan benevolentes. Terence Crawford, campeón en cuatro divisiones, calificó la pelea como un “espectáculo bochornoso” y criticó la poca actividad de Tyson durante el combate. “Lanzar solo 97 golpes en toda la pelea es una locura”, afirmó.
Gervonta Davis, otro peso pesado del boxeo, también expresó su descontento: “Tyson siempre será una leyenda, pero este circo no significa nada”.
Por su parte, Tony Bellew, boxeador británico, fue aún más directo: “Debemos dejar de darle audiencia a Jake Paul hasta que enfrente a un rival real y no a alguien que ya pasó su mejor momento”.
No solo los referentes del boxeo criticaron el evento. Magic Johnson, ícono del baloncesto, confesó su tristeza por ver a Tyson en esas condiciones: “Este combate no ha sido bueno para el boxeo”. Incluso el exjugador de la NFL, JJ Watt, expresó su frustración: “Estoy enfadado conmigo mismo por quedarme despierto para eso”.
Pero el evento fue mucho más que un simple combate. Desde los elaborados ingresos al ring, donde Paul apareció en una limusina verde acompañado de una tropa, mientras Tyson ingresó con su emblemática bata negra y la canción “Murdergram”, hasta los momentos emotivos, como la reverencia de Paul hacia Tyson al final de la pelea, todo fue diseñado para ser un espectáculo.
Sin embargo, este enfoque hacia el puro show y entretenimiento, generó tensiones entre quienes valoran la pureza del deporte y quienes ven al boxeo como una plataforma para entretenerse y nada más.
El futuro del boxeo
Para muchos, este combate es un ejemplo de cómo las figuras mediáticas están redefiniendo el deporte, combinando lo tradicional con lo digital para atraer a nuevas audiencias. Si bien Jake Paul expresó su respeto por Tyson, calificándolo como “la leyenda más grande de todos los tiempos”, el resultado de la pelea deja preguntas abiertas sobre el impacto de estos eventos en el legado de los boxeadores históricos y el futuro del boxeo profesional.
Es un ejemplo más de que este tipo de eventos están marcando una tendencia. En un deporte donde la nostalgia y el espectáculo parecen estar en constante competencia, la victoria de Paul sobre Tyson será recordada como un momento polarizante que dividió a fanáticos, críticos y leyendas del boxeo.