La tensión que se vivió en el partido entre la Selección argentina y Brasil fue absoluta. Por eso, Lionel Messi sacó su rol de líder y fue bandera en el Maracaná. El capitán argentino demostró toda su bronca ante la prensa exponiendo el escándalo que se vivió en las tribunas.
Messi fue el encargado de dar la orden de irse al vestuario a todos los jugadores ante la impresionante represión policial. Además, intentó liderar en el juego, pero una molestia en el muslo derecho lo tuvo a maltraer durante los 77 minutos que jugó.
Las declaraciones de Lionel Messi tras el triunfo argentino
“Este grupo sigue haciendo cosas históricas. Si bien es lo menos importante que conseguimos, es lindo ganar en Brasil después del golpe contra Uruguay”.
“Veíamos cómo le estaban pegando a la gente; la policía, como en la final de la Copa Libertadores, reprimió a la gente con los palos y había jugadores que tenían las familias ahí. Estábamos más pendientes de eso que de jugar un partido que llegado ese punto era secundario”.
“Nos fuimos al vestuario porque era la manera que se tranquilizara un poco. Estábamos ahí viendo que le pegaban a la gente, nosotros no podíamos hacer nada de ahí abajo y pudo haber ocurrido una desgracia; preguntamos cómo estaban todos y después salimos cuando nos dijeron que estaba todo bien”.
“Fue un partido muy duro, un Brasil-Argentina con todo lo que había en juego: veníamos de perder y sabíamos que iba a ser así. Fue parecido al de la final de Copa América, muy trabado y hoy presionaron un poco más. A nosotros al principio nos costó, pero estos partidos se definen por detalles y por suerte Ota metió ese cabezazo”.
“Me molestó el aductor, tengo tiempo para ponerme bien para que sea un gran año empezando con una buena pretemporada. Se vienen las vacaciones, me voy a quedar unos días más por allá por los nenes, pero después voy a ir a Argentina a disfrutar de las fiestas, Rosario y mi familia”.