Con el nuevo esquema cambiario, los analistas creen que la inflación se acelerará por los próximos dos meses

Desde este lunes se puso en marcha el sistema de bandas de flotación y se liberó casi en su totalidad el cepo al dólar. Sin embargo, los expertos coinciden en que el primer efecto de este cambio se verá en el índice de precios.

Desde este lunes se puso en marcha el nuevo esquema cambiario basado en bandas de flotación y se liberó casi en su totalidad el cepo al dólar. Las medidas representan un cambio sustancial en el modelo macroeconómico y los expertos advierten que el principal impacto en el corto plazo se verá en las cifras de inflación. Por eso, la expectativa de los especialistas es que esta tendencia al alza se extienda por al menos hasta junio.

Este sistema de flotación implican que el precio del dólar oficial va a oscilar dentro de una banda entre los $1000 y $1400. En el primer día de este esquema, el tipo de cambio oficial abrió la jornada a $1250 y cerró a $1230. Es decir, que subió $132 en comparación con el cierre del viernes o un salto del 12%.

Pero ahora, la principal inquietud ahora se trasladó al terreno de los precios. La inflación del 3,7% de marzo sorprendió y se esperan cifras mayores para, al menos, los próximos dos meses que vienen, que estarán marcados por los efectos de la volatilidad propia de la flotación cambiaria.

“Un ajuste cambiario inicial en el orden del 10% podría trasladarse a precios con un impacto adicional cercano al 5%, llevando la inflación a niveles de 5,2% en abril y 6/7% en mayo. Si ese shock se mantiene contenido, la desinflación debería retomar en los meses siguientes y, para octubre, los registros mensuales converger nuevamente en torno al 2%, cerrando el año en torno al 40% interanual”, consideraron en Cohen.

A su turno, Walter Morales, Estratega & Presidente de Wise Capital, proyectó que el nuevo escenario cambiario “podría gatillar subas adicionales entre 5% y 6,4%, con lo cual podemos ir pensando en un piso para este año en 31,7%”.

“Teníamos un alza de 2,7% en abril con la medición al viernes pasado. Ahora estamos recalculando, pensando en incrementos en torno al 4% en abril y mayo”, consideró Sebastián Manescaldi, director de la consultora Eco Go. De acuerdo a sus estimación, la inflación podría desacelerarse en junio si se logra anclar el programa y las expectativas. “Luego debería ir a la baja. Todo dependerá de la compra de dólares y de las encuestas”, remarcó.

El presidente argentino, Javier Milei, tercero desde la izquierda, y su ministro de Economía, Luis Caputo, entran al Ministerio de Economía. (AP Foto/Natacha Pisarenko)

En este sentido, los economistas advirtieron que la devaluación del peso y su posterior traslado a precios se sentirá en los bienes importados, que siguen el ritmo del tipo de cambio oficial. Además, traerá aparejado un atraso en los sueldos, si es que no se actualizan al ritmo de los precios. “Esto va a repercutir sobre los salarios que, al esperar crecimiento económico, difícilmente aumenten por debajo a 34%”, observó Morales.

A grandes rasgos, los especialistas coincidieron en que si bien hay variables de la macro más ordenadas que contribuyen al proceso de desinflación, como el superávit fiscal y el ajuste de los precios relativos, todos insisten en que la aceleración de los índices de inflación en los próximos meses es inevitable.

Con una inflación en la zona de 4% los próximos 3 meses y desacelerando a 2,2% promedio el segundo semestre, el techo de la banda en diciembre de 2025 sería equivalente a $1235 a precios de hoy. En un escenario de más aceleración, 4,8% promedio los próximos 3 meses y 2,8% promedio el segundo semestre, el techo a fin de 2025 sería equivalente a $1177 a precios de hoy”, expusieron en PxQ.

“El Gobierno llega a esta devaluación con factores que podrían reducir el traslado a precios y otros que podría aumentarlo. Entre los primeros, se encuentran los precios relativos más alineados, superávit fiscal, economías más abierta y tasas de interés neutras o positivas. Entre los segundos, el salto de la inflación y el bajo nivel de reservas. Cabe destacar que este último puede ser neutralizado por la magnitud de los desembolsos”, cerraron.

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