El organismo publicó un documento en el que expresó que la Argentina se volvió más “riesgosa” en cuanto al cumplimiento del programa. También consideró que la inflación “podría alimentar el descontento social”.
Después de haber aprobado la cuarta revisión del acuerdo, el FMI difundió un duro informe sobre la Argentina, en el que flexibilizó la meta de acumulación de reservas, pero pidió ajustar el control sobre el gasto, los subsidios energéticos y la moratoria previsional.
El Fondo afirmó en su staff report que, en un contexto de sequía cada vez más severa, con más inflación y un nivel débil de reservas, “se necesita un paquete de políticas más sólido para salvaguardar la estabilidad, abordar los contratiempos, y asegurar los objetivos del programa”.
La decisión del organismo habilitó un desembolso de US$5400 millones que aliviarán la presión sobre la Argentina, pero asimismo desde el directorio advirtieron sobre una serie de cuestiones.
Sobre la situación de las reservas, el Fondo redujo de US$5500 a US$1900 millones la meta de acumulación prevista hasta marzo y de US$8600 a US$6800 el objetivo a alcanzar en junio. Esta modificación se aplicó en el momento que se prevé que la sequía dejará su peor impacto en la economía argentina.
Paralelamente, el Gobierno aceleró la implementación de un nuevo “dólar agro”, sumado a otras iniciativas vinculadas a las economías regionales, que se lanzaría el próximo miércoles, pero aún no es seguro que con estas medidas pueda cumplir con los compromisos del acuerdo.
En cuanto a las otras pautas, el FMI insistió en que alcanzar el objetivo de déficit fiscal primario del 1,9% del PIB para 2023 sigue siendo esencial para bajar la inflación, mejorar el ingreso de divisas y aliviar las presiones financieras.
Por eso, puso especial hincapié en mejorar “la orientación de los subsidios a la energía y la asistencia social”, lo cual, según el FMI, “ayudará a compensar los impuestos a la exportación más bajos debido a la sequía, proteger la infraestructura prioritaria y el gasto social, y asegurar las metas fiscales”. “Específicamente, será fundamental garantizar las tarifas de energía para viviendas y servicios residenciales de altos ingresos”, puntualizó el informe.
Además, el organismo hizo referencia al “imprevisto” que generó la aprobación de la moratoria previsional y expresó duramente: “El costo fiscal de la nueva moratoria de pensiones debe ser mitigado a través de fuertes regulaciones para apuntar la entrada solo a aquellos con mayor necesidad”.
La Argentina es más riesgosa para el FMI
Según el staff report del FMI, la Argentina se volvió más “riesgosa” en términos del cumplimiento del programa, debido a que la situación económica es menos favorable.
“Un empeoramiento de la sequía podría reducir las exportaciones agrícolas y las entradas de divisas, con implicaciones negativas para el crecimiento, reservas, inflación y saldos fiscales”, manifestó el documento.
Y puntualizó que los riesgos de implementación del programa siguen siendo muy elevados dada la compleja situación económica, social y política interna.
Especialmente, el FMI puso el ojo sobre los efectos de la aceleración de precios: “Una mayor inflación y un menor crecimiento podría alimentar el descontento social y socavar el apoyo al programa, particularmente dado el ciclo electoral”.
Fuente: Todo Noticias.