(Corresponsalía Buenos Aires) – El dirigente de la Agrupación Estacioneros Autoconvocados, Alejandro Di Palmas, denunció que el desabastecimiento de naftas y gasoil supera el 20% y que hay estaciones que hace casi una semana que no pueden trabajar.
El empresario de Entre Ríos aseguró que las empresas petroleras envían a cuentagotas el producto para presionar al gobierno, como consecuencia del congelamiento de precios dispuesto en los surtidores.
“Hay jugadores que son intermediarios, que sólo compran combustible afuera y venden en una red. Eso significa que el día que no se ponen de acuerdo, indican que no tienen nafta y hacen colgar las mangueras”, relató.
Además, Di Palma advirtió que empiezan por las ciudades más chicas y en el último lugar donde será visible el efecto será en Buenos Aires”, a la vez que agregó que “el problema es que hay ciudades que tienen una sola estación servicio, en los lugares más recónditos, que se quedan sin combustible y no pueden movilizarse”.
Recalcó que “asistimos hace rato a una retracción económica, un golpe en el bolsillo. Los combustibles se están usando para anclar la inflación, es de los productos que menos subió”.
BASTA DE TARJETAS DE CREDITO
En este marco de situación, los Estacioneros Autoconvocados han declarado su decisión de tomar medidas drásticas para afrontar los desafíos económicos a los que se enfrentan como resultado de la creciente inflación y las políticas de comisiones asociadas con las tarjetas de crédito.
En un comunicado reciente, los estacioneros han revelado su intención de dejar de aceptar pagos con tarjeta de crédito a partir del viernes 6 de octubre, un paso que podría tener un impacto significativo en la industria de combustibles en todo el país.
Avisaron que, desde hace un tiempo, los estacioneros han venido soportando el peso financiero de aceptar tarjetas de crédito como medio de pago para la venta de combustibles.
Admitieron que los problemas que enfrentan son bien conocidos: comisiones excesivamente altas y, sobre todo, plazos de acreditación que no son compatibles con una inflación que supera ampliamente el 10% mensual. “Esta situación ha resultado en un desequilibrio económico que afecta directamente a los ingresos de los estacioneros, los cuales no se han ajustado a la par de los costos crecientes”, agregaron.
Con las elecciones programadas para el 22 de octubre en el horizonte, la situación se torna aún más precaria. Los estacioneros se encuentran en medio de problemas de abastecimiento de combustibles y enfrentan un retraso en la actualización de precios que tiene un impacto directo en sus ingresos. Se prevé que el mismo lunes 23 se produzca un aumento de precios, que podría ser significativo. Sin embargo, esta fecha los encuentra en una posición vulnerable, ya que no contarán con el producto ni con los fondos de las ventas realizadas con tarjetas de crédito.
Es por estas razones que los Estacioneros Autoconvocados han comenzado a considerar la posibilidad de dejar de aceptar pagos con tarjeta de crédito a partir del viernes 6 de octubre y continuar así hasta que los precios se actualicen. Esta medida se presenta como la única vía viable para evitar pérdidas significativas a través de este medio de pago. La decisión no es tomada a la ligera, pero se considera como un paso necesario para salvaguardar la estabilidad financiera de los estacioneros y asegurar el acceso continuo a los combustibles para la población.
En un llamado a la solidaridad y el apoyo de la comunidad, los estacioneros expresaron su deseo de que esta medida sea respaldada por todos los sectores. La decisión de dejar de aceptar tarjetas de crédito no solo beneficiará a los propietarios de estaciones de servicio, sino que también podría tener un impacto positivo en la economía en general. Queda por verse cómo esta decisión afectará el paisaje de las estaciones de servicio en Argentina, pero sin duda es un movimiento audaz que refleja la difícil situación económica a la que se enfrentan los estacioneros en estos tiempos inciertos.