A través de la resolución 650 del Ministerio de Economía disolvió el contrato del fideicomiso para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO). Es el tercer fondo que el Gobierno desactiva en lo que va del año.
El Gobierno eliminó el Fondo Fiduciario para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO), que tenía como objetivo promover la ganadería ovina a través del financiamiento de nuevos proyectos. De esta manera, se suma al cierre otros fondos, entre ellos el del fideicomiso del trigo y el Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro).
El fondo fiduciario ovino se disolvió a través de la resolución 650, publicada este jueves en el Boletín Oficial, con la firma del ministro de Economía, Luis Caputo . Según se informó de manera oficial, la Sigen detectó “importantes fallas, tales como la falta de fiabilidad en el manejo de la información del universo de beneficios aprobados; la incierta la cantidad de acreencias del fondo; la debilidad en el recupero de los aportes reintegrables; la inexistencia de sanciones a beneficiarios incumplidores; fallas en el control y ejecución de los proyectos; debilidades en las compras y contrataciones; ausencia de documentación de respaldo, falta de control en las rendiciones de cuentas, entre otras irregularidades.
En el Palacio de Hacienda, explicaron que el FRAO funcionó durante dos décadas y en 2023 recibió aportes por $3000 millones y sumado a disponibilidades, utilizó una suma superior a los $5000 millones para realizar aportes a poco más de 1300 beneficiarios.
Apuntalado en la Ley Bases, se busca regularizar, sanear y agotar el funcionamiento de muchos de los Fondos Fiduciarios en orden a una administración eficiente y transparente cuidando los recursos públicos y su mejor utilización en beneficio de los ciudadanos”, se señaló.
En los considerandos de la resolución 650 establecen la revocación del contrato de fideicomiso, la transferencia de las acreencias, bienes, derechos y juicios que tuviese el FRAO. Esto último se instrumentará entre el Ministerio de Economía y el Banco Nación dentro de los próximos 90 días corridos. Por otro lado, las “sumas líquidas” que disponga el fondo deberán ser depositadas por el BNA en los próximos cinco días hábiles.
Qué era el fondo fiduciario ovino y por qué lo eliminó el Gobierno
El FRAO fue creado en 2001 bajo la ley 25.422 y estaba destinado a financiar proyectos productivos, programas de promoción del consumo de carne ovina, programas sanitarios, obras de infraestructura para el sector, acopio de lanas, entre otros.
Su financiación provenía de partidas presupuestarias del Tesoro nacional, de donaciones y de aportes de organismos internacionales, provinciales y de productores. En el acumulado de 2023, el FRAO registró un saldo financiero favorable en $741,9 millones que responden a $952,7 millones de ingresos y $210,8 millones de gastos.
Con respecto al cierre del fideicomiso ovino, el Ejecutivo justificó que las condiciones que motivaron a su creación “no se encuentran dadas en el contexto actual”. En esa línea, el vocero presidencial, Manuel Adorni aseguró que el fondo “manejaba 3000 millones de pesos por año sin ningún tipo de transparencia” y que “desde su creación tampoco se pudieron verificar mejoras en el sector”.
Cuáles son los fondos fiduciarios que Javier Milei ya disolvió
A mediados de febrero, el vocero presidencial, Manuel Adorni, adelantó que el Gobierno iba a eliminar los fondos fiduciarios porque “carecen de transparencia y son parte de lo que denominamos cajas de la política”. Hasta el momento, la gestión de Javier Milei disolvió tres fideicomiso.
En marzo, el ministro de Economía, Luis Caputo tomó el control sobre los fondos fiduciarios. Así lo oficializó en el decreto 215 bajo el cual el Palacio de Hacienda fue designado como representante del Estado sobre esos llamados fideicomisos públicos.
Una vez dispuesta esa medida, el 3 de abril y por medio de una resolución, el Gobierno eliminó el decreto que creó el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, que había sido creado con el fin de estabilizar el precio de la tonelada de trigo comprada por los molinos argentinos y de esa manera regular el precio de venta del pan en el mercado interno.
Más adelante, el 20 de mayo, se disolvió el Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (FONDAGRO), que entró en vigencia en 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri. Esta herramienta buscaba gestionar créditos y aportes para incentivar la actividad del sector.
Además, en junio, se decidió el cierre del fondo de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable (FODIS), régimen que concedía bonificaciones que alentaran a empresas y particulares a comprar máquinas generadoras de energía eléctrica de origen renovable. “No consiguió un aumento estimable en la generación de energía eléctrica con fuente renovables desde los hogares urbanos, tal como fuera su finalidad original”, indicaron desde Economía.
En el inicio de agosto, se cerró Fondo Fiduciario para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO).
Desde el Palacio de Hacienda se adelantó que se avanzará a la brevedad en eliminar el Fondo Fiduciario para la Cobertura Universal de Salud (FFCUS). Explicaron que fue constituido en 2016 en el ámbito de la Superintendencia de Servicios de Salud para “financiar acciones tendientes a reducir las brechas en el acceso a los servicios de salud. Sin embargo, transcurridos cinco años de funcionamiento, en 2021 por la ley 27.591 de Presupuesto, se determinó modificar tal esquema de asistencia, disponiendo en consecuencia transferir los saldos remanentes de la cuenta, al Fondo de Emergencia y Asistencia de los agentes del seguro de salud (ley 23.660). Carente ya de financiamiento el Fondo Cobertura Universal de Salud, se agotó la posibilidad de su objetivo inicial, correspondiendo entonces la vía de su extinción contractual”.