Irá de 1.200 a 1.400 pesos y se efectivizará desde el primer día del mes entrante. El encarecimiento constante de los insumos, tales como nafta y repuestos, y el costo de vida, generan al transporte liviano la necesidad de ir “actualizando” periódicamente sus importes.
La Asociación de Remises de Corrientes informó que el 1 de agosto avanzará con una nueva suba en sus tarifas (la tercera del año). Según lo anticipado a época por el portavoz del sector, Juan Castillo, la idea es mover el valor actual de la mínima, 1.200 pesos, para que quede en 1.400 pesos (+200 pesos=+16,6%).
Esto se debe a los incrementos mensuales registrados en su principal insumo: el combustible (que ya tuvo siete subas en lo que va del año) y también en el costo del mantenimiento de los coches, a la luz de la inflación registrada en los repuestos.
Actualmente, el parque automotor de los remises de la ciudad cuenta con 1.600 móviles, los que operan agrupados en 24 agencias distribuidas a lo largo y ancho de la ciudad.
“La idea era que la mínima tenga un valor mayor, pero no queremos sobrecargar los clientes. Hay que tener en cuenta también que la demanda cayó, a nivel interanual, un 30%. Por eso cada corrección tarifaria debe ser en el menor volumen posible, más allá que la inflación nos recorta, mes a mes, el margen de rentabilidad”, enfatizó.
Castillo graficó la coyuntura y puntualizó en que “hoy, es casi una utopía cambiar el auto. No obstante, reparar el motor de un coche de entre 7 y 10 años de antigüedad cuesta, con mano de obra, unos dos millones de pesos”.
“Se hace muy difícil el día a día, es un contexto complicado en el que hay que ingeniárselas para que el dinero recaudado en cada jornada le sirva al trabajador. La demanda está amesetada, por eso hay que cuidar a los clientes”, reflexionó.
Semestre
En el anterior diálogo con este medio, Castillo había anunciado que el comienzo de año fue muy duro por la devaluación implementada en diciembre. “En enero y febrero, las vacaciones, como es habitual, hicieron descender de manera importante nuestra actividad. Además, tuvimos que absorber el coletazo de la devaluación y otros incrementos”.
En continuidad de su observación, el referente del sector remisero postuló: “En marzo, con el regreso de las clases y el fin de la feria estatal, se fue reactivando paulatinamente la actividad, pero sin lograr picos de demanda. La actividad se sostiene, pero la coyuntura es complicada, como para todos los sectores”.