La esposa de Lionel Messi compartió una publicación que reclama por la libertad de las mujeres. El régimen persa enfrenta multitudinarias manifestaciones contra el velo islámico y la policía de la moral.
Antonela Roccuzzo compartió este sábado un mensaje de apoyo a las mujeres que protagonizan las protestas en Irán, que comenzaron tras la muerte de una joven luego de ser arrestada por un uso incorrecto del velo islámico.
La esposa de Lionel Messi difundió en su cuenta de Instagram, desde una historia, una publicación con un mensaje que respalda las manifestaciones que han sacudido al país desde mediados de septiembre.
“Si no puedes imaginarte viviendo en un mundo sin una opción, no guardes silencio”, indica el texto original, con la etiqueta de Mahsa Amini, la joven que murió bajo la custodia de la policía de la moral. Y usa el lema que se replica en manifestaciones de apoyo alrededor del mundo: “Sé nuestra voz”.
La publicación fue realizada por María Taktouk, hija de Daniella Semaan, la esposa del futbolista Cesc Fábregas, ex estrella del Barcelona y amigo cercano de Messi.
Además, incluye fotos antiguas de mujeres iraníes, con un estilo de vida sumamente diferente. Es que se trata de la época previa a la Revolución Islámica, cuando Irán era un país liberal y se les permitía vestir lo que quisieran.
El velo islámico, que se había abolido en 1936 como parte de un proceso de modernización, volvió a ser obligatorio en 1979.
El último viernes se celebraron protestas en todo Irán por decimoquinta noche consecutiva, a pesar de la sangrienta represión que, según un grupo de derechos, se ha cobrado más de 80 vidas. “Mujer, vida, libertad” y “Muerte al dictador”, coreaban en las calles de Saqqez, ciudad natal de Amini, en la provincia del Kurdistán.
La policía antidisturbios se concentró el sábado en los principales cruces de Teherán, en medio de informes sobre manifestaciones en las universidades para pedir la liberación de los estudiantes detenidos.
El canal de medios sociales 1500tasvir compartió imágenes de vídeo de grandes manifestaciones en la capital, así como en la ciudad santuario de Mashhad y Kermanshah, en el oeste.
Mientras tanto, se están celebrando manifestaciones de apoyo al movimiento en 159 ciudades de todo el mundo, desde Auckland a Nueva York y desde Seúl a Zúrich, según el grupo Iraníes por la Justicia y los Derechos Humanos.
“Sé nuestra voz”, fue el lema de una protesta en la ciudad de Brisbane, en el este de Australia, donde los organizadores dijeron que miles de personas de la diáspora iraní exigían libertades en su país.
Las protestas estallaron en Irán el 16 de septiembre, cuando Amini fue declarada muerta tres días después de caer en coma tras su detención. El grupo de Derechos Humanos de Irán, con sede en Oslo, afirma que al menos 83 personas han muerto en la represión. Amnistía Internacional afirma que ha confirmado 52 víctimas mortales, mientras que la agencia de noticias iraní Fars cifra el número de muertos en “alrededor de 60″.
Se trata de los disturbios más sangrientos en Irán desde la despiadada represión de las manifestaciones de noviembre de 2019 por una repentina subida de los precios del combustible, que causó la muerte de al menos 304 personas, según Amnistía.
Las fuerzas de seguridad utilizaron munición real y gases lacrimógenos el viernes para intentar dispersar las manifestaciones en varias ciudades y pueblos del país.
El Ministerio de Inteligencia iraní dijo que “nueve ciudadanos extranjeros”, entre ellos de Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Polonia, fueron detenidos “en el lugar de los disturbios o detrás de él”, junto con 256 miembros de grupos opositores proscritos.
Los disturbios también estallaron ayer en la provincia sudoriental iraní de Sistán-Baluchistán, fronteriza con Afganistán y Pakistán.
Irán ha culpado a las fuerzas externas de las protestas a nivel nacional. El miércoles, la Guardia Revolucionaria lanzó ataques transfronterizos con misiles y aviones no tripulados que mataron a 14 personas en el Kurdistán iraquí autónomo, acusando a los grupos rebeldes de la región de alimentar los disturbios.
Amnistía afirmó que Irán estaba utilizando intencionadamente la fuerza letal para aplastar las protestas lideradas por mujeres. Anunció que había obtenido un documento filtrado emitido a los comandantes de las fuerzas armadas en todas las provincias el 21 de septiembre en el que se les ordenaba “enfrentarse duramente” a los manifestantes.
Otro documento filtrado mostraba que el comandante de la provincia de Mazandaran había ordenado a las fuerzas que “se enfrentaran sin piedad, llegando a causar muertes, a cualquier disturbio de los alborotadores y antirrevolucionarios”.
Más de 50 países firmaron una declaración “instando a Irán a dejar de usar la fuerza contra los manifestantes pacíficos”, tuiteó el enviado especial de Estados Unidos para Irán, Robert Malley. La advertencia se produce en un momento en que Irán sigue intensificando la represión, que ha supuesto la detención de numerosos periodistas, activistas y otras figuras destacadas.