Pocas veces Andrés Nara se muestra en los medios con tanta intensidad, pero esta vez, el conflicto que atraviesa su hija Wanda y su reciente vínculo con L-Gante lo impulsaron a hablar con franqueza. Aunque la relación entre padre e hija se mantiene distante, él no dudó en expresar su apoyo hacia la empresaria y lanzar un desafío abierto a Mauro Icardi, quien, según él, contribuyó a agravar la brecha entre él y sus nietas.
“Si ella está feliz, yo estoy feliz”, afirmó Andrés sobre el nuevo romance de su hija. Pese a su sorpresa inicial, destacó que aprueba la relación que capturó la atención mediática. “Si ella está bien, tranquila, es su decisión. Esas cosas son muy personales”. Además, se mostró intrigado y algo fascinado con el cantante de cumbia, de quien destacó su humildad y autenticidad: “Lo conocí en mi cumpleaños hace dos años en la casa de Wanda. L-Gante no es lo que parece, es un tipo coherente, habla con sinceridad y es muy divertido”, comentó.
Sin embargo, el tono cálido con el que describió al músico se volvió áspero al referirse a Icardi. El exsuegro del futbolista que brilla en Turquía, con quien nunca mantuvo una buena relación, no dudó en atribuirle la culpa de su distanciamiento con Wanda. “Yo no tengo ningún afecto con Mauro. Desde el principio estuvimos distanciados por el tema de Maxi López”, explicó, al hacer referencia a su relación cordial con el primer esposo de su hija. “Él nunca hizo nada para acercarme a Wanda y que yo pudiera conocer a mis nietas”, afirmó con amargura.