Un llamativo comentario levantó las sospechas en las redes sociales. ¿Hubo una falla de seguridad en el reality?
Sin dudas, la nueva edición de Gran Hermano vino para dar qué hablar. Un nuevo escándalo surgió a partir de un supuesto hallazgo en las redes sociales en donde una participante habría ingresado un teléfono celular a la casa más famosa del país.
Se trataría de María Laura, quien en su presentación en el primer programa, contó que está en pareja con una mujer y le gusta el fútbol. La polémica se encendió con un comentario que generó revuelo: mientras intentaban deducir el horario, dijo “yo me acuerdo. Fui a hacer cosas, me fijé en el celular, eran las siete y estaba claro”.
Según indican las reglas del juego, los participantes no pueden tener ningún tipo de información sobre el afuera, por lo que no pueden poseer relojes o celulares. En teoría…
Aunque sus compañeros no hicieron caso a lo que dijo, muchos usuarios levantaron la bandera en las redes sociales y aseguraron que hay un celular en la casa de Gran Hermano, lo que estaría terminantemente prohibido.
En la gala de debate que condujo Santiago del Moro en la emisión de este martes no se habló del tema. El eje central fue la prueba de líder semanal, ganada por Martina, a quien se le otorgó el beneficio de la inmunidad y, además, la posibilidad de salvar a un nominado.
La polémica de Holder
Esta nueva polémica se suma a la situación que vivió el participante Tomás Holder, quien cuando saludó a su familia, su madre le puso un papel escrito en el bolsillo. Antes de abrirlo, se le pidió que dejara la carta en el confesionario con la promesa de leerla a su vuelta.