Las tiendas de indumentaria ubicadas sobre la peatonal Junín experimentaron ayer un repunte de ventas producto de las bajas temperaturas. Las mujeres fueron las clientas predilectas con gastos que se ajustaron a la calidad de la ropa y el bolsillo. Para los que buscaban precio, el gasto promedio era de $40.000; mientras que quienes contaban con un mayor poder adquisitivo podrían “estirarse” hasta los $100.000.
La motorización de la demanda se vivió con alegría ya que el sector viene de un junio “para el olvido”, pese a que fue el mes en el que se festejó el Día del Padre. De todas formas, comerciantes consultados aseguraron que las transacciones comerciales están lejos de las registradas la temporada pasada.
“Las ventas comenzaron activarse en la previa al desfile del 9 de Julio. Los clientes optaron por las telas térmicas en primer lugar”, dijeron desde un negocio ubicado sobre Junín casi La Rioja. Allí el gasto fue de $40.000 en promedio para cubrir las partes superiores e inferiores. “Los más elegidos fueron las camperas y calzas térmicas”, acotó una de las encargadas de atención al cliente.
“Una vez que comienza el frío nos va bien a todos”, resumió una vendedora de un local de indumentaria femenina situado sobre Junín casi Mendoza. Es que el gran problema, durante junio, fue la persistencia del calor, una situación que retuvo el stock de otoño-invierno en las tiendas.
En el local de Portsaid, las clientas gastaban una media de $100.000 en un combo promocional compuesto por un suéter y un pantalón. “Ese monto es en nuestro caso específico ya que se trata de una franquicia con productos de calidad”, explicaron. En el lugar confiaban que el movimiento crecería hacia el fin de semana.
“La compras se activaron con el frío pero están por debajo de las registradas el año pasado”, dijeron desde una casa de indumentaria ubicada al lado. En otro local, emplazado sobre la peatonal, entre Mendoza y Córdoba, las encargadas festejaban la buena demanda de suéters. Allí como mínimo se gastaba $104.000, en un pulóver de $36.000 y unos jeans de $68.000. Claro que en este caso puntual, la tienda trabaja con una cartera de clientas exclusivas.
“Todo el mes de junio fueron días de intenso calor, en consecuencia no vendimos casi nada para el Día del Padre”, relató una vendedora de una tienda ubicada en la intersección de Junín y San Lorenzo. A diferencia del caso anterior, los clientes de este comercio son atraídos a través de los precios bajos. Así gastaban unos $35.000, teniendo en cuenta unas camperas de $25.000 y pantalones tipo polar a $10.000.
Si se toman en cuenta las cantidades estimadas en las casas de ropa consultadas, el gasto promedio general da unos $70.000. En tanto, para los bolsillos más “flacos” puede ser necesario entre $30.000 y $40.000.
Tan bien continuó la semana (vale recordar que el martes fue feriado nacional) que incluso en locales donde su oferta principal son otros productos también se destacaron las prendas de abrigo. Por ejemplo, en un negocio dedicado a la venta de artículos para hockey, situado en Galería Corrientes, lo más vendido en la jornada fueron remeras térmicas de $18.000 y calzas de la misma tela a $20.000.
Durante la recorrida se pudo ver algunas tiendas repletas, principalmente de mujeres que buscaban ropas de una calidad intermedia. En tanto, las zapaterías se evidenciaban con menos demanda a simple vista.
Vale recodar que las casas de electrodomésticos, gracias a los caloventores y estufas, también están registrando buen nivel de ventas. Según publicó este medio en la edición del miércoles, los más requeridos son caloventores de entre $17.000 y $32.000.