Consumo aletargado: la venta de indumentaria también está frenada

La Cámara Industrial Argentina de la Empresa (CIAI) difundió un reporte en el que dio cuenta que la comercialización de ropa tuvo una retracción del 7,7% interanual entre mayo y junio. Uno de los factores del bajón es la creciente competencia con productos importados.

El sector textil argentino enfrenta una nueva caída en sus niveles de actividad. Según el último informe elaborado por la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), las ventas de ropa descendieron un 7,7% interanual durante el tercer bimestre de 2025 (mayo-junio), marcando un quiebre en la tendencia de los últimos meses.

Se trata del tercer período consecutivo con caída en los niveles de actividad, pero el primero en el que la mayoría de las empresas (56%) declararon haber vendido menos que en el mismo lapso del año anterior, superando a aquellas que registraron aumentos (32%).

Esto refleja un empeoramiento del contexto comercial, atravesado por una fuerte caída en el consumo interno.

La principal causa de esta contracción sigue siendo la baja demanda: el 77% de las firmas la identificó como su principal preocupación, el nivel más alto desde marzo-abril de 2024.

A esto se suman otros factores como el aumento de costos (17%), la competencia desleal con productos importados —favorecida por la apertura comercial— la presión impositiva y los retrasos en la cadena de pagos.

Además, el 35% de las empresas señaló tener un stock de productos por encima de lo habitual, lo que revela dificultades para colocar mercadería en el mercado. Este exceso de inventario también está vinculado a un ritmo de ventas menor al esperado, en un contexto donde el consumidor prioriza bienes esenciales.

En cuanto al empleo, el ajuste ya se empieza a sentir: el 24% de las compañías decidió no reemplazar a trabajadores que se jubilaron o renunciaron, mientras que el 18% admitió haber realizado despidos.

La industria, que tradicionalmente emplea a un gran número de trabajadores, comienza a mostrar señales de retroceso en su capacidad de absorción laboral.

Segunda mitad del año

Las perspectivas para lo que resta del año tampoco son alentadoras. Un 48% de los empresarios encuestados considera que la situación será “regular”, mientras que el 23% la califica como “mala” y el 11% como “muy mala”.

En cuanto a las expectativas de ventas, solo el 14,5% espera mejoras en el corto plazo, frente a un 25,8% que anticipa nuevas caídas.

Pedido de protección

El informe de la CIAI alerta sobre la urgencia de implementar políticas públicas para proteger a la industria nacional, estimular la demanda y evitar una crisis mayor en el entramado productivo textil, uno de los sectores que más empleo genera en todo el país.

El peligroso “boom” de las prendas importadas

Las compras de ropa importada mediante servicios courier no dejan de crecer en Argentina. Entre enero y mayo de 2025, los envíos internacionales puerta a puerta aumentaron un 211% en comparación con el mismo período del año anterior. Solo en mayo, el salto fue del 253%, según datos de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).

Este fenómeno se inscribe en un contexto de fuerte incremento de las importaciones totales de indumentaria, que en los primeros cinco meses del año sumaron 1.572 millones de dólares.

Detrás de este boom se combinan varios factores: un tipo de cambio oficial que favorece la compra de productos en el exterior, la flexibilización de las trabas a las importaciones y sobre todo una abrumadora diferencia de precios con el mercado local.

Según el IERAL, un jean que en Argentina cuesta 98 dólares, en Brasil vale 48 y en Estados Unidos 52. Las zapatillas también reflejan esta brecha: 122 dólares en el país frente a 75 en Brasil y 90 en Miami.

Detrás de este boom están las facilidades que se pusieron en marcha el año pasado, cuando en diciembre el Gobierno aumentó el límite de compras internacionales por el sistema courier de 1.000 dólares a $3.000 dólares por envío. Además, se eximieron los aranceles para compras menores a 400 dólares.

Desde la CIAI advierten que este escenario pone en serio riesgo a la industria textil nacional, que ya sufre una caída del 7,7% en las ventas interanuales y enfrenta excedentes de stock, caída del empleo y una demanda interna debilitada. Mientras tanto, el consumidor argentino busca precios más accesibles y variedad, aunque eso implique comprar directamente al exterior y saltarse la producción local.

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